Los mineros italianos terminan encierro tras promesa de que no cerrará la actividad
La desesperación de los trabajadores tras horas de encierro dio la vuelta al mundo cuando Stefano Melett, de 49 años, intentó cortarse las venas durante una rueda de prensa.
Los 120 mineros de la empresa Carbosulcis de Cerdeña que desde el pasado 27 de agosto se habían encerrado en una mina a 400 metros de profundidad decidieron hoy suspender su protesta después de que el Gobierno italiano les garantizó que no se suspenderá la actividad a finales del año como estaba previsto.
Los trabajadores que ocupaban la mina sarda de Nuraxi Figus habían pedido que se desbloquease un proyecto de 1.600 millones de euros, 200 millones durante ocho años, en parte a cargo de la eléctrica Enel, para la reconversión de la actividad según los nuevos parámetros sobre la minería.
El proyecto incluye la realización de una nueva central eléctrica a carbón integrada con la mina y la construcción de un deposito para el almacenamiento de dióxido de carbono.
La decisión de los trabajadores llegó después de que la reunión celebrada en el Ministerio de Desarrollo Económico con los empresarios y de la que surgió que, por el momento, no se cerrará el 31 de diciembre como estaba previsto.
El Gobierno se comprometió a aprobar en el Parlamento una derogación para la aplicación de la ley que prevé las reconversiones al llamado “carbón limpio” a partir del año que viene.
Los mineros accedieron a interrumpir el encierro y volver al trabajo ya mañana, pero afirmaron que continuarán las movilizaciones para obtener las inversiones necesarias para no interrumpir la actividad de la mina.
La desesperación de los mineros tras horas de encierro dio la vuelta al mundo cuando Stefano Melett, de 49 años, intentó cortarse las venas durante una rueda de prensa que junto con sus compañeros habían organizado en el tercer día de encierro.
Meletti estaba hablando con la prensa en el interior de la mina sobre las condiciones de “desesperación y exasperación” en las que se encuentran, cuando sacó un cuchillo y se cortó la muñeca y tuvo que ser inmovilizado por sus compañeros para evitar que se hiciese más cortes.