Los millonarios regalos que complican a Cristina Fernández (y que preferiría mantener en reserva)

Libros, instrumentos musicales, una MacBook Air y hasta una esmeralda valuada en 5 mil dólares son algunos de los regalos que la Presidenta Cristina Kirchner recibió como jefa de Estado. Por lo menos algunos de los que se conocieron. Es que pese a los reiterados pedidos de acceso a la información pública presentados por la diputada Laura Alonso para conocer el número, tipo y destino de los regalos que recibió Cristina desde 2007, la Presidenta nunca respondió.

“El último pedido de informes lo presenté el 11 de agosto en mesa de entrada de la Presidencia de la Nación. La primera prórroga venció el 27 de agosto y la segunda el 10 de septiembre”, precisó Alonso a Clarín y explicó: “Yo no estoy juzgando nada, solamente quiero saber qué regalos recibió el Estado argentino a través de la Presidenta y qué se hizo con ellos”. Ante la falta de respuestas, el 9 de octubre, la diputada macrista denunció a la Presidenta ante la Oficina Anticorrupción (OA) por incumplimiento de la ley de Ética Pública que garantiza el acceso a la información pública. Sin embargo, por el tramite administrativo, la respuesta de la AO podría demorarse hasta un año.

“En Presidencia ni siquiera nos dijeron que habían recibido el pedido y que iban a usar el derecho de prórroga, nunca respondieron”, advirtió Alonso y explicó que la consulta es más que relevante puesto que “un regalo puede ser interpretado como una dádiva o soborno”. Advirtió que existen regalos protocolares entre Presidentes y Estados y se preguntó: “¿Cuando la Presidenta fue a Angola, por ejemplo, no recibió ningún obsequio el Estado argentino del Estado angoleño? ¿Y si recibió, donde está?”.

En marzo de 2008, tras un acto en Salta, la Presidenta recibió una joya preciosa por parte de un “admirador” que se le acercó. Cuando Cristina abrió la cajita azul se encontró con una esmeralda valuada en unos 5 mil dólares. Ese mismo año, dos meses después en la Casa Rosada, Cistina recibió de manos del empresario mexicano Carlos Slim, hoy accionista de la reestatizada YPF, otra joyita: una MacBook Air, entonces una modernísima computadora Apple.