Tensión en el Líbano: El ejército advierte que “el destino de la nación está en juego”
Las Fuerzas Armadas han iniciado "contactos sobre la seguridad a todos los niveles, para evitar que el Líbano se convierta en el terreno de un ajuste de cuentas regionales".
Luego de que el viernes último el jefe de los servicios de Inteligencia de la Policía, general Wisan al Hasan, muriera en un atentando en Beirut, los disturbios se han desatado en varias ciudades de El Líbano; por ello el ejército advirtió este lunes de que “el destino de la nación está en juego” y que la seguridad es una “línea roja”.
“Instamos a los dirigentes de todas las fuerzas políticas a expresar con cuidado sus opiniones, porque el destino de la nación está en juego y deben comprometerse a impedir que se perturbe la situación y mantener la paz”, dijo el mando de las Fuerzas armadas en un comunicado.
Ayer, durante el funeral de Al Hasan, el ex primer ministro Fuad Siniora pidió la dimisión del jefe de Gobierno, Nayib Mikati, al que acusó de ser responsable de su muerte, y, poco después, un grupo de jóvenes intentó irrumpir en la sede del Ejecutivo, lo que degeneró en choques con las fuerzas del orden.
Según las Fuerzas Armadas, “la seguridad es una línea roja, así como las instituciones oficiales y las propiedades públicas”, por lo que el Ejército adelantó que reprimirá cualquier ataque y preservará la paz civil.
La nota agrega que “los acontecimientos que han sucedido en las últimas horas han demostrado, sin lugar a dudas, que el país está pasando por momentos muy críticos y los incidentes en algunas partes han llegado a niveles sin precedentes”.
Por ello, “instamos a todos los ciudadanos a asumir su responsabilidad nacional en estas circunstancias difíciles, a no dejar que las emociones controlen la situación, a evacuar las calles y a abrir los caminos que aún siguen cerrados”, dice el texto.
Las Fuerzas Armadas han iniciado “contactos sobre la seguridad a todos los niveles, especialmente en las regiones donde hay fricciones sectarias y confesionales, para evitar que el Líbano se convierta en el terreno de un ajuste de cuentas regionales y evitar la explotación del asesinato del mártir Hasan”.
El Ejército intervino hoy para acabar con el caos reinante en Beirut y otras regiones libanesas, donde al menos tres personas han muerto y decenas han resultado heridas en enfrentamientos en las últimas horas.
Los soldados han sido el blanco de disparos esta mañana cuando trataban de abrir las calles bloqueadas por manifestantes en el barrio beirutí de mayoría suní de Tarik Yadid, escenario de un tiroteo anoche.
El atentado -en el que, además de Al Hasan, fallecieron otras dos personas y 126 sufrieron heridas– ha exacerbado la tensión en el Líbano, dividido entre partidarios y detractores del régimen de Bachar al Asad, y la cólera es perceptible, sobre todo, en las áreas de mayoría suní, a la que pertenecía el general muerto.
Al Hasan dirigió las investigaciones que destaparon en agosto pasado la trama en la que estaban implicados el ex ministro libanés Michel Samaha y el jefe de la Seguridad siria, Ali Mamluk, acusados de planificar atentados contra líderes políticos y religiosos antisirios en este país.
El llamado de la ONU
El coordinador especial de la ONU para el Líbano, Derek Plumbly, instóa las partes libanesas a “ponerse de acuerdo en el camino a seguir” y buscar el consenso a través de un “proceso político pacífico”.
“Es vital que haya continuidad de las instituciones y que se mantenga la acción del Gobierno para garantizar la estabilidad, seguridad y justicia en el Líbano”, afirmó el responsable de la ONU, según un comunicado de su oficina.
Plumby hizo estas declaraciones tras reunirse hoy con el presidente libanés, Michel Suleimán, junto con los embajadores de China, Francia, Rusia, el Reino Unido y Estados Unidos, para darle el pésame por los muertos en el atentado del viernes pasado.