Ex director de la CIA descarta haber compartido información clasificada con su amante

David Petraeus, el renunciado director de la CIA sacó la voz para enfatizar que su renuncia no tiene que ver con su comparecencia programada para este viernes sobre el ataque de septiembre pasado donde murieron cuatro estadounidenses en Bengasi, Libia.

Petraeus, en conversaciones con HLN, canal hermano de CNN,  reconoció que “estuvo envuelto en algo deshonroso”, pero se apuro a subrayar que “no paso nunca informaciones secretas a Paula Broadwell“, su biógrafa y amante.

Kyra Phillips, la periodista de HLN que entrevistó de manera exclusiva al ex timonel de la CIA explicó que lo contactó para expresar conmoción por las noticias del amorío extramarital que descarriló su muy condecorada carrera.

Entre otras cosas, Petraeus dijo que no ha hablado con Paula Broadwell, la mujer con la que admitió tener una relación extramarital, desde que el escándalo se dio a conocer.

“Me insistió en que nunca compartió información clasificada con Paula Broadwell”, dijo Phillips. “Dijo que (su renuncia) no tiene nada que ver con Bengasi, y quiere testificar. Testificará”.

El presidente Barack Obama afirmó este miércoles que no hay evidencia de que se filtró material clasificado y se puso en riesgo la seguridad nacional.

El ex jefe de la CIA no trató de hablar con sus jefes para conservar su trabajo después de admitir su infidelidad y “ha mantenido todo esto como un fracaso personal”, dijo Phillips.

La relación extramarital de Petraeus terminó hace meses. Pero continúa haciendo olas en Washington, donde hay preguntas sobre la fecha en que fue revelada su situación, y la comparecencia sobre el ataque de septiembre al consulado de Libia.

Su comparecencia ante el Comité de Inteligencia del Senado será voluntaria.

Petraeus, de 60 años, no ha seguido la cobertura mediática sobre el escándalo politico sexual que llevó a su renuncia.

“Quiere mantener distancia y enfocarse en su familia ahora”, dijo su secretario, el coronel retirado Peter Mansoor. Está lidiando con las implicaciones morales sobre sus acciones y el largo proceso de curación que le espera.

Petraeus renunció a su puesto como jefe de la CIA la semana pasada tras reconocer el adulterio, y escribió que había actuado de forma “inaceptable, tanto como esposo como líder de una organización como la nuestra”.