No habrá milagro pascuero: Descartan poner árbol de navidad en la frontera de las dos Coreas
Levantar cada año un árbol en la una colina Aegibong, en el área occidental de la frontera, había sido una tradición anual para Corea del Sur hasta que en 2003 se suspendió por un acuerdo con el Norte para poner fin a las actividades de la denominada "guerra psicológica".
Una organización religiosa surcoreana ha cancelado su plan de iluminar un gran árbol de Navidad cerca de la frontera con Corea del Norte, una tradición que en los últimos dos años había causado fricciones con el país vecino, confirmó hoy un portavoz del Ministerio de Defensa de Seúl.
La Asociación Evangélica Militar de Corea renunció a su iniciativa navideña después de las protestas de los residentes locales, que temen posibles represalias por parte del régimen norcoreano, indicó el representante de Defensa.
Levantar cada año un árbol de Navidad en la cima de una colina llamada Aegibong, en el área occidental de la frontera, había sido una tradición anual para Corea del Sur hasta que en 2003 se suspendió por un acuerdo con el Norte para poner fin a las actividades de la denominada “guerra psicológica”.
Sin embargo, Seúl accedió a la petición de ONG locales de iluminar de nuevo el árbol de navidad en 2010, cuando las relaciones entre las Coreas se tensaron tras un ataque norcoreano de artillería a la isla de Yeonpyeong, que se saldó con cuatro muertos del Sur.
El año pasado el árbol también se encendió a pesar de que Corea del Norte amenazó con tomar represalias por esa iniciativa, que considera un acto de propaganda que encarna los valores del mundo capitalista.
Precisamente el temor a represalias del Norte llevó a los surcoreanos que viven en la zona fronteriza a formar recientemente un comité para tratar de bloquear las iniciativas de “guerra psicológica” por parte de activistas conservadores del Sur.
Entre ellas están la iluminación en Navidad o el envío de folletos de propaganda en globos que se sueltan muy cerca de la línea divisoria para que sean empujados por el viento al Norte.
Las estrategias de “guerra psicológica” han sido constantes en las últimas seis décadas entre Norte y Sur, que permanecen técnicamente enfrentadas debido a que la Guerra de Corea (1950-53) concluyó con un armisticio nunca sustituido por un tratado de paz.