Caso Wikileaks: Defensa de Manning acusa a EE.UU. de maltrato en nueva ronda de audiencias
El abogado civil de Manning, David Coombs, interrogó al coronel retirado, Daniel Choike, exresponsable del centro en el que Manning estuvo detenido nueve meses bajo un severo confinamiento, pese a que la defensa considera que no se le hicieron los exámenes psiquiátricos necesarios.
La defensa del soldado Bradley Manning, acusado de filtrar miles de documentos a WikiLeaks, acusó hoy al Gobierno de EE.UU. de maltratar a su cliente en el centro de detención de Quantico (Virginia), mientras aumenta la expectación ante la primera declaración del soldado que se espera esta semana.
El abogado civil de Manning, David Coombs, interrogó al coronel retirado, Daniel Choike, exresponsable del centro en el que Manning estuvo detenido nueve meses bajo un severo confinamiento, pese a que la defensa considera que no se le hicieron los exámenes psiquiátricos necesarios.
Manning llegó en julio de 2010 al penal bajo la advertencia de que era un reo en “riesgo de suicidio” por lo que se le aplicó una vigilancia especial y una serie de medidas, como dormir desnudo, que han sido consideradas como “punitivas” por su defensa.
Aunque esa categoría luego fue rebajada a prevención de autolesión, durante los cinco primeros meses de los nueve que pasó en Quantico sólo se le permitió salir al aire libre 20 minutos al día.
Choike señaló que eran conscientes de la “importancia del caso”, así como de la “cobertura mediática” que generó, y señaló que se tomaron los procedimientos necesarios para evitar que Manning sufriera algún daño ya que antes de su llegada se había suicidado un preso.
“Necesitamos asegurarnos de que hemos aprendido las lecciones del suicidio anterior”, escribió en un correo electrónico a sus subordinados el entonces teniente general George Flynn, comandante general de Mando de Desarrollo de Combate del Cuerpo de Marines, a quien la red de apoyo a Manning acusa de haber ordenado estas medidas.
Coombs llamó la atención sobre el interés que podría tener un militar de tan alto rango en el caso de Manning, a lo que Choike aseguró que aunque era consciente de su importancia, no estaba interesado en los “detalles”.
Según el abogado, a Manning no se le permitía tumbarse, ni apoyarse contra la pared y se le obligaba a permanecer erguido en todo momento. Cuando salía de su celda era esposado de pies y manos y acompañado por dos guardas.
Coombs denuncia además que los guardas tenían que verificar constantemente al soldado por lo que durante la noche no se apagaban todas las luces del recinto donde se encontraba y si se cubría de tal forma que no podían verle, le despertaban.
El relator especial de Naciones Unidas sobre Tortura, el jurista argentino Juan E. Méndez, expresó entonces su preocupación acerca de las condiciones de detención de Manning y pidió al Gobierno estadounidense que garantizara su integridad física y mental.
La nueva serie de audiencias que comenzó hoy en la base militar de Fort Meade (Maryland) y se extenderán hasta el domingo, ha generado gran expectación ya que está previsto que por primera vez testifique el soldado, aunque no se ha especificado cuándo.
Entre los asuntos pendientes está si la juez, Denise Lind, acepta la petición de la defensa para que Manning se declare culpable de algunos de los cargos contenidos dentro de los formulados por el Gobierno, pero no de estos en sí mismos.
Según ha subrayado, Manning “no se declara culpable de los cargos del Gobierno”, sino que trata de aceptar la “responsabilidad” de algunos de los delitos que contienen.
El abogado ha explicado que esta petición no forma parte de ningún acuerdo previo con el Gobierno y la juez tiene que determinar si lo acepta a trámite antes de que la acusación lo considere.
Aunque Coombs no ha dado detalles sobre los cargos que admite Manning, el director de la red de apoyo al soldado, Jeff Paterson, ha explicado que “sólo está aceptando haber violado las regulaciones militares que hacen referencia al uso de ordenadores seguros y el manejo apropiado de información”.
Esto ayudaría a acelerar el juicio ya que la fiscalía no tendría que demostrar que Manning está detrás de la filtración a WikiLeaks, y se espera que sirva a la defensa para negociar que se retire el cargo más grave, el de ayuda al enemigo, por el que podría afrontar cadena perpetua.
La defensa también ha acusado al tribunal de no haber realizado un juicio rápido como exige la ley militar, que establece un plazo de 120 días después del arresto para que empiece el juicio, cuya fecha ha sido fijada, en principio, para el 4 de febrero, casi dos años después de su arresto.
Manning, de 24 años, fue arrestado tras ser denunciado por el pirata informático Adrian Lamo de ser la “garganta profunda” de WikiLeaks, y se enfrenta a 22 cargos, entre ellos robo de bienes públicos y documentos; difusión de información relativa a la defensa y violación del reglamento del programa de seguridad de información de las Fuerzas Armadas; y el más grave, el de ayudar al enemigo.
La defensa ha insistido en que las revelaciones de los documentos no han puesto en peligro la seguridad del país y ha definido a Manning como un joven idealista con problemas psicológicos y afectado por los horrores de la guerra.
Manning, que ha elegido ser juzgado por un juez militar en vez de por un jurado, contó con el apoyo de algunos manifestantes que, desafiando a la lluvia, se reunieron en la puerta de la base militar al inicio de la audiencia para pedir su liberación.