La ONU retira a su personal "no esencial" en Siria por la violencia
"Es necesario encontrar un equilibrio entre el trabajo que hay que hacer sobre el terreno y la seguridad de nuestro personal en Siria", señaló el organismo. Esta semana Ban Ki-moon viajará a Jordania y Turquía para conocer el drama de los campamentos de refugiados.
La ONU anunció este lunes su decisión de retirar al personal “no esencial” del organismo internacional que trabaja en Siria debido al recrudecimiento de la violencia en el país árabe.
Así lo confirmó hoy ante la prensa el portavoz de la ONU, Martin Nesirky, quien precisó que el organismo suspendió también las actividades de su Misión de Supervisión en Siria (UNSMIS) “hasta nuevo aviso”.
“Es necesario encontrar un equilibrio entre el trabajo que hay que hacer sobre el terreno y la seguridad de nuestro personal en Siria”, respondió Nesirky cuando le preguntaron por los motivos de la retirada.
Esta misma semana, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, tiene previsto viajar a Jordania y Turquía para conocer de primera mano el drama de los campamentos de refugiados sirios, que se espera que asciendan a 700.000 en los próximos meses.
El propio secretario general avanzó este viaje en una comparecencia ante la Asamblea General de la ONU, en la que advirtió que la crisis en Siria ha alcanzado unos niveles de “violencia y brutalidad” que calificó de “atroces“.
Los atentados con autos bomba son cada vez más frecuentes en Siria, aunque la mayoría se han registrado en Damasco y su periferia, y las autoridades siempre responsabilizan de estas explosiones a los “grupos terroristas”, como se refieren a la oposición armada.
El último tuvo lugar este domingo en la ciudad de Homs, en el centro del país, donde al menos siete personas murieron y varias más resultaron heridas al explotar un coche bomba, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
Mientras, el Ejército sirio y los rebeldes intensificaron este fin de semana sus enfrentamientos en la periferia de Damasco, donde también se sucedieron los bombardeos en la carretera que conduce al aeropuerto internacional de Damasco, informaron grupos opositores.
La violencia se ha recrudecido en Siria en medio de la parálisis de los esfuerzos políticos mediadores, que no han logrado poner fin a un conflicto que comenzó en marzo de 2011 y ha derivado en una guerra civil.
Desde entonces se estima que han muerto más de 30.000 personas en Siria, aunque algunos informes no verificados hablan ya de más de 40.000 fallecidos, mientras que el éxodo de refugiados supera los 200.000, según cifras de Naciones Unidas.