Dramático: Pareja de jubilados españoles se suicida tras enterarse de que les quitarían su casa
El matrimonio de Palma de Mallorca dejó una nota señalando que se mataban porque iban a desalojarlos de su vivienda. Además un hombre se quitó la vida en Bazauri, y dejo una carta diciendo que "no podía más”, después que le cortarán el agua y la luz por falta de pago.
Justo en la jornada en que el parlamento español rechazó debatir la iniciativa popular que pedía que al entregar un departamento se diera por cumplida la hipoteca de forma retroactiva (dación en pago), junto a la moratoria de todos los desahucios y la promoción del alquiler sociales, nuevos casos de suicidios impulsados por desalojo de propiedades conmocionan al país.
Pese a que aún continua el tramite de la ley sobre desahucios que recoge el decreto del gobierno donde se contemplaban los casos más dramáticos que justifican una suspensión del desalojo, un matrimonio de jubilados se suicidó en su vivienda de la localidad de Cas Catalá (Palma de Mallorca) después de recibir un aviso de que iban a ser desahuciados por impagos, consigna Clarín.
La Guardia Civil informó que las victimas se quitaron la vida mediante una ingesta masiva de medicamentos. También explicaron que la pareja había dejado una nota señalando que se mataban porque iban a desalojarlos de su vivienda.Uno de los hijos encontró los cuerpos de su padres, de 68 años y de su madre, de 67, a las 14,20 del lunes.
Además un hombre de 56 años, desocupado con dos hijos, fue encontrado muerto por la Guardia Municipal de Bazauri (País Vasco). La organización Stop Desahucios Vizcaya señaló que la víctima había dejado una nota a sus hijos confiándoles que “no podía más”, después que le cortarán el agua y la luz por falta de pago.
“La víctima estaba desesperada porque no podía pagar la hipoteca y le acababan de cortar la luz y el agua. Nos dijo que su penuria económica era total” agregaron.
No obstante, uno de los casos más patéticos se produjo en Málaga, donde una desocupada de 53 años se arrojó desde el tercer piso de su vivienda. Antes había comentado a los vecinos que no sabía que hacer porque carecía de cualquier recurso y su madre de 96 años estaba postrada en cama.