La ETA “lamenta” el dolor causado a los que “no tenían que ver con el conflicto”
El jefe militar de la organización separatista vasca, que es juzgado desde hoy junto a otros ex dirigentes en Paris, dijo que el abandono definitivo de la lucha armada "es real, no es una estratagema"
El que fuera jefe militar de ETA Garikoitz Aspiazu Rubina, alias “Txeroki“, dijo este lunes en París que la organización terrorista “lamenta los daños causados” a las víctimas de atentados que “no tenían que ver con el conflicto”.
“Txeroki”, que es juzgado desde hoy junto a otros ex dirigentes de ETA, afirmó que el abandono definitivo de la lucha armada “es real, no es una estratagema”
Aspiazu es juzgado ante el Tribunal de lo Criminal de París, junto a otros nueve presuntos etarras, y también reiteró la disposición de la organización terrorista para hablar con los gobiernos español y francés del “desarme”.
Aseguró que la banda quiere tratar de la desmovilización de las estructuras militares, de los presos y de la “readecuación de las fuerzas policiales” en el País Vasco.
En una declaración leída en francés con los diez acusados en pie, “Txeroki” hizo en particular un “llamamiento a Francia” y subrayó su voluntad de “arreglar las consecuencias del conflicto”, para lo que a su juicio “habrá que remontar a las causas”.
Como suele ser habitual en las comparecencias de etarras en los juicios, dijo que no reconocían “legitimidad” al Tribunal de lo Criminal de París para juzgarles.
“Demos una oportunidad al diálogo”, “demos una oportunidad a la mesa de negociaciones“, señaló antes de recordar las declaraciones previas de la banda en el sentido de que renunciaba de forma definitiva a la actividad armada, y de insistir: “nuestro compromiso es real, no es una estratagema”.
Refiriéndose a las acusaciones por las que los diez que se sientan en el banquillo van a ser juzgados en París, comentó que “ETA no niega su responsabilidad en estos hechos” y “lamenta los daños que causó” a la familia de San Sebastián que fue secuestrada en agosto de 2007 en las Landas (suroeste de Francia) para robarle su furgón, que cargado de explosivos debía servir para un atentado -finalmente fallido- en la costa de Castellón.
Y más allá de este sumario, fue cuando manifestó sus excusas por los daños a los que se vieron afectados por las acciones de la banda armada cuando “no tenían nada que ver con el conflicto”.
Tres portavoces de la izquierda independentista vasca que habían acudido al proceso que se va a prolongar durante cuatro semanas en París, hablaron a continuación a los medios de comunicación para calificar de “muy importante y muy positivo” el pronunciamiento del antiguo responsable del aparato militar al haberse hecho en nombre de ETA.
Según Xabi Larralde, Maribi Ugarteburu y Txelui Moreno, de ahí se deriva sobre todo un “reconocimiento del dolor causado” con las personas que se vieron afectadas “sin tener nada que ver con este conflicto”.
Ugarteburu señaló la disposición de ETA para discutir sobre su desarme, sobre el desmantelamiento de sus estructuras militares, el retorno de los presos y de la “readecuación de las fuerzas policiales en Euskal Herria (País Vasco)”.
“Txeroki”, conocido por haber sido uno de los activistas con posiciones más duras dentro de la organización terrorista, está acusado de ocho cargos en este proceso, el primero que se celebra contra él en Francia.
Se le considera el responsable de la ruptura del alto el fuego declarado por la banda terrorista en marzo de 2005 y que fue roto de hecho con el atentado perpetrado el 30 de diciembre de 2006 en el aparcamiento de la Terminal Cuatro del madrileño aeropuerto de Barajas, que causó la muerte a dos inmigrantes ecuatorianos.
Garikoitz Aspiazu era considerado el jefe militar de ETA y el “objetivo número uno” de las fuerzas de seguridad españolas cuando fue detenido en noviembre de 2008 en Cauterets (Francia), en uno de los golpes más duros para la organización terrorista en los últimos años.
ETA anunció el 20 de octubre de 2011 el cese definitivo de su actividad armada.