Renuncia primer ministro de Túnez tras fracaso de su proyecto “tecnócrata”
"Prometí que si no tenía éxito esta iniciativa renunciaría a mi cargo y dimitiría de la presidencia del Gobierno, y esto es lo que acabo de hacer durante mi reunión con el presidente del país", dijo Hamadi Yabali en su discurso.
El primer ministro tunecino, Hamadi Yabali, presentó hoy su dimisión ante el presidente del país, Monsef Marzuki, tras el fracaso de su proyecto de crear un Gobierno tecnócrata, según anunció en una comparecencia ante los medios.
“Prometí que si no tenía éxito esta iniciativa renunciaría a mi cargo y dimitiría de la presidencia del Gobierno, y esto es lo que acabo de hacer durante mi reunión con el presidente del país”, dijo Yabali en su discurso que concluyó sin turno de preguntas.
El primer ministro propuso el pasado día 6 formar un gabinete de tecnócratas tras el estallido de una ola de protestas en todo el país por el asesinato del activista político, Chukri Bel Aid.
Pero Yabali no contaba para ello con el respaldo de su partido político y principal socio de la alianza gubernamental, Al Nahda, que mostró su rechazo a la iniciativa de Yabali y propuso la formación de un Ejecutivo de Unidad Nacional.
Tras asegurar que el pueblo tunecino se siente “frustrado” ante la clase política, aseguró que era necesario devolverle la confianza en el sistema y subrayó que la nueva fase “es un examen para todos los partidos políticos”.
En este sentido, Yabali no cerró la puerta a ser designado de nuevo como primer ministro para formar un Gobierno y mostró su disposición a formar un equipo de “consenso” pero con condiciones.
“Cualquier otra alternativa o propuesta (a su iniciativa) tiene que ser al servicio del pueblo”, dijo Yabali antes de poner como condiciones que se fije una fecha clara para las elecciones, que se concluya la redacción de la Constitución y que arranque un diálogo nacional en el que participen todas las fuerzas “sin excepciones”.
Asimismo, Yabali indicó que se había reunido con sus ministros para pedirles que continúen en sus cargos y evitar así el vacío de poder.