Iglesia católica alemana permitirá uso de la píldora del día después… si hay violación
La conferencia de los obispos alemanes dijo que los hospitales de la Iglesia deberán asegurar el cuidado médico, psicológico y emocional adecuado para las mujeres que hayan sufrido un ataque, incluyendo la administración de píldoras que previenen el embarazo y no inducen el aborto.
La Iglesia Católica Alemana dio a conocer este viernes su decisión de permitir el uso de ciertos tipos de ‘píldora del día después’ para mujeres que haya sufrido una violación, pero no aquellas como la RU-486 (basada en el fármaco mifepristona) que tiene efecto abortivo, ante las protestas que han surgido en el país después de que dos hospitales católicos rechazaran el mes pasado tratar a una víctima de violación.
Así se ha detallado que los hospitales de la Iglesia deberán asegurar el cuidado médico, psicológico y emocional adecuado para las mujeres que hayan sufrido una violación, incluyendo la administración de píldoras que previenen el embarazo y no inducen el aborto.
El arzobispo Robert Zollitsch señaló que los obispos alemanes han confirmado en una reunión de cuatro días en la ciudad de Trier que “las mujeres víctimas de violación obtendrán el adecuado cuidado humano, médico, psicológico y pastoral”, consigna El Mundo.
“Esto puede incluir medicación con la ‘píldora del día después’ siempre que ésta tenga un efecto profiláctico y no abortivo”, ha precisado, al tiempo que ha añadido que no se pueden usar “los métodos médicos y farmacéuticos que inducen la muerte de un embrión”, entre los que estaría la RU-486, que se comercializa como ‘Mifegyne’ o ‘Mifeprex’.
En cuanto a la actuación de los hospitales mencionados, el cardenal de Colonia, Joachim Meisner, ha criticado el tratamiento que han dado a las mujeres y ha apuntado que les “avergüenza profundamente” su comportamiento porque “contradice su misión cristiana”.
La mujer de 25 años a la que negaron el tratamiento el mes pasado fue derivada por su médico a los hospitales de Colonia para que le hicieran un examen ginecológico, después de que fuera violada tras ser drogada en una fiesta. Los hospitales rechazaron tratarla porque no podían recetarle la píldora. Finalmente, fue tratada en un hospital de la Iglesia protestante.