Diplomático sirio en Chile desertó en protesta contra los crímenes de Al Assad
Tras dejar su cargo, de segundo secretario de la legación, Ayham Adi envió a varias embajadas una carta en la que señala que "por razones obvias prefiero no decir donde estoy, esto es por ahora, hasta que se libere nuestra querida Siria de ese grupo asesino".
Hasta el 16 de diciembre pasado, Ayham Adi cumplió labores como segundo secretario de la Embajada de Siria en Chile, pero renunció en protesta por los asesinatos de inocentes que no hacen más que multiplcarse en su país desde el inicio de la guerra civil en marzo de 2011.
Adi comunicó su decisión a través de un correos electrónico que envió a varias embajadas. “Por razones obvias prefiero no decir donde estoy, esto es por ahora, hasta que se libere nuestra querida Siria de ese grupo asesino”, dice en parte de la carta del diplomático, tal como publica Infobae.
El ex funcionario también manifestó su intención de sumarse a la rebelión de sus conciudadanos contra la tiranía del régimen de Bashar Al Assad. Son varios los gobiernos de la región que siguen de cerca el caso Adi, que podría verse imitado por otros funcionarios sirios que buscarían refugio y asilo en América Latina.
Cuando ya está a punto de cumplir dos años desde su inicio, cabe recordar que el conflicto sirio comenzó con protestas ciudadanas en las que los ciudadanos exigían un cambio de régimen. Desde entonces, el gobierno de Al Assad ha replicado con cruentas torturas y matanzas, permaneciendo indiferente a las denuncias de los opositores y a los reclamos de la comunidad internacional.
La represión de la revuelta democrática ya ha dejado como saldó la impactante cantidad de 70.000 muertos, una cifra que acaba de ser confirmada por Navi Pillay, la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, ante el Consejo de Seguridad, reunido para discutir sobre la necesidad de proteger a los civiles víctimas del conflicto.
“Seremos juzgados por la tragedia que se desplegó ante nuestros ojos. A este Consejo y a los que ocupamos cargos clave en la ONU se nos preguntará qué hemos hecho”, aseguró la funcionaria.
El mismo conflicto de conciencia es el que impulsó a Ayham Adi a tomar la decisión de dejar la representación de su país en el exterior y sumarse a la rebelión. “Tenía que representar el punto de vista del gobierno y defender sus posiciones, aunque no estaba de acuerdo con ellas”, agrega su nota al mundo diplomático.
Una embajada sin movimiento ni recursos
La embajada Siria en Chile, ubicada en el barrio Las Condes de Santiago, luce descuidada. Las ventanas del edificio permanecen cerradas y se ve muy poco movimiento. “La situación de la embajada y sus pertenencias es muy mala, porque el Gobierno ya no manda fondos”, dijo Adi.
“Es más, los diplomáticos tienen meses sin haber cobrado su sueldo. El ambiente estaba tenso y no había confianza entre los compañeros, por eso no se hablaba de nada importante y se disimulaba todo, a pesar de que estaban claras las posiciones de cada uno”, agregó.
En un primer momento, Ayham Adi tuvo la esperanza de que Al Assad escuchara a los rebeldes, pero finalmente comprendió que el régimen no cesaría en el camino de la mano dura por el cual ha optado.
“Tenía que garantizar una salida segura para mí y para mi familia. Esto no fue fácil, hasta que por fin lo logré. Ahora estamos sanos y salvos”, dijo, al comunicar su decisión de dejar el puesto.
Adi había sido previamente cónsul de su país en Buenos Aires donde dejó una excelente imagen: “Fue un excelente representante de nuestra colectividad, entendemos su decisión y deseamos que los gobiernos de la región entiendan que hay que garantizar la seguridad de estos hombres que están pidiendo el fin de un régimen sangriento”, aseguro -en riguroso off the record- un destacado dirigente de la colectividad siria en Buenos Aires que lo conoció en el 2009.
Bashar Al Assad es el presidente de Siria desde 2000. Reemplazó a su padre después de haber sido designado candidato único por el Partido Árabe Socialista Baas, que es el único partido en el país. Su padre, Hafez Al Assad, había tomado el poder por medio de un golpe de Estado en 1971, después de participar en gobiernos militares desde 1963.
El gesto de Ayham Adi se suma al de otros diplomáticos que también se han negado a seguir defendiendo los actos antihumanitarios de su gobierno. Durante el año 2012, desertaron los embajadores sirios de Suecia, Irak, Emiratos Árabes Unidos y Chipre.
