Maduro: “La batalla continua, Chávez vive, hasta la victoria siempre comandante”

Con una hora y media de retraso y con la llegada del presidente encargado de Venezuela, Nicolás Maduro, quien tras ingresar a la Academia Militar de Caracas procedió a saludar a la familia del fallecido Hugo Chávez, se dio el vamos a la ceremonia de exequias del mandatario. Maduro también  procedió a saludar a algunos de los mandatarios asistentes.

Luego una voz en off procedió a nombrar uno a uno a los 33 mandatarios asistentes que asisten a los funerales. En las afueras de la Academia militar donde se desarrollan los hechos, miles de personas presencian el funeral a través de tres pantallas gigantes. 

En una nota curiosa cabe apuntar que el mandatario chileno, Sebastián Piñera, quedó sentado justo al lado del presidente boliviano, Evo Morales.

Entre los asistentes a la ceremonia también figuran el actor estadounidense Sean Penn, reconocido por su amistad con Chávez.

La ceremonia se inició con la interpretación del himno nacional “Gloria al bravo pueblo” a cargo de una orquesta sinfónica Simón Bolivar y  un coro al mando del reputado director Gustavo Dudamel.

Guardias de honor y música popular 

A continuación vinieron las guardias de honor a cargo de figuras políticas. La primera a cargo de los mandatarios de la Celac, Celac: Raúl Castro de Cuba, Laura Chinchilla de Costa Rica, Sebastián Piñera de Chile, Evo Morales de Bolivia, Daniel Ortega de Nicaragua, Eliud Williams de Dominica, Rafael Correa de Ecuador y Ralph Gonsalves, primer ministro de San Vicente y las Granadinas

La segunda estuvo a cargo de los presidentes del ALBA, Juan Manuel Santos, de Colombia; Danilo Medina, de República Dominicana; Mauricio Funes, de El Salvador; Oto Pérez, de Guatemala; Donald Ramotar, de Guyana; Michelle Martelin de Haití; Badwin Spencer, de Antigua y Barbuda; y Porfirio Lobo, de Honduras.

En tanto, la tercera guardia de honor, la formaron los mandatario de Jamaica,México, Panamá,Perú, Santa Lucía;San Cristóbal y Nieves; Surinam; Uruguay; y el Príncipe Felipe de Borbon de España.

La cuarta guardia estuvo en manos de los presidentes de Irán, Mahmud Ahmadineyad, y de Bielorrusia, Aleksandr Lukashenko y la quinta fue protagonizada por los representantes de China y Guinea Ecuatorial.

A continuación en la sexta guardia, participaron jóvenes de la juventud bolivariana y  figuras conocidas de Venezuela. Hablamos del director de orquesta Gustavo Dudamel; la atleta olímpica Alejandra Benítez; los beisbolistas Maglior Óñez y Carlos Guillén; el esgrimista y medallista olímpico Rubén Limardo; el piloto de Fórmula Uno Pastor Maldonado; y el actor Winston Banebilla.

En la siguiente parte de la ceremonia el cantante popular, Juan Cristóbal Jiménez interpretó una selección de canciones del folcklór popular. Luego se inició la parte religiosa con una lectura a cargo de monseñor Mario Moronta. Luego intervinieron el Pastor de la iglesia Evangélica, Alexis Romero y el reverendo norteamericano, Jesse Jackson.

“No nos reunimos aquí por Hugo Chávez ha muerto, sino porque sigue vivo”, dijo Jackson.

Maduro y el legado de Chávez

A continuación tomó la palabra Nicolás Maduro. Su intervención partió con el agradecimiento a las autoridades del mundo entero que asistieron, a la figuras de la cultura y autoridades del gobierno.

“Tengan fuerza porque su alma y su espíritu eran tan fuerte que su cuerpo no las aguantaban y ahora anda por el universo repartiendo bendiciones de amor a todas las religiones y pueblos”, dijo.

El heredero de Chávez agregó que “el Comandanto nos contó que el comandante Fidel Castro le dijo que triste la historia del país”

A gritos y rompiendo en llanto, Maduro subrayó que “el escudo de pureza de amor de Cristo salvó a Chávez de la infamia, único transparente para siempre vivo, para siempre y para este tiempo y todos los futuros”.

“Chávez no hizo redescubrir la historia cierta de nuestra patria, levantó las bandera de Bolivar y las reencarnó y nos enseñó el amor, el perdón y a amar nuestra historia, por eso decimos desde nuestro corazón, comandante aquí usted invicto, nosotros en su nombre, perdonamos a los que lo injuriaron”.

Nicolas Maduro, subrayó que “nosotros los nietos de los esclavos somos su testamento vivo” y a continuación sacó un pequeño ejemplar de la constitución de Venezuela, indicando que “es la carta de todos que seguiremos con unión, paz y convivencia y para hacer revolución democrática”.

El presidente encargado apuntó que Chávez dejó varias tareas:  Mantener la independencia; construir nuestro socialismo diverso democrático americano; construir a Venezuela como un país potencia en el marco de la potencia de América latina que se construirá.

Luego relevó el rol de la Celac, resaltando la labor del Presidente Sebastián Piñera, como primer líder del organismo y “toda su generosidad y expresiones de preocupación” frente a Chávez.

Con el objetivo resumir la filosofía de Chávez, Nicolás Maduro apuntó como la última tarea que dejó el líder muerto,  “contribuir con la preservación de vida, la salvación de la especie humana”.

“El lo dejó todo arreglado, depende de nosotros si lo hacemos o no. Usted puede ir en paz con nuestra oración y amor en Cristo, le deseamos la mayor paz”, agregó

Maduro finalizó visiblemente emocionado su intervención y nuevamente grito: “Misión cumplida, la batalla continua, Chávez vive, la lucha sigue, que viva nuestro pueblo, que vida el amor y la unidad, hasta la victoria siempre comandante”.

Con la entrega de una réplica de la espada de Simón Bolívar por parte de Maduro a la familia de Chávez termina el funeral.

Cabe apuntar que mientras se desarrollaba la ceremonia de adiós al líder bolivariano y pese a que el ingreso de bloqueó, sus partidarios sigueron alimentando las largas colas al exterior de la Academia. “¡Chávez no murió, se multiplicó!”, gritan los pacientes y entregados seguidores, bajo un sol inclemente.