El partido entre el Barça y el Milan también se jugó en el cónclave papal
Si el cerco informativo que rodea a la elección del nuevo Pontífice de la Iglesia Católica, no les hubiese impedido ver el partido entre el Barcelona y el Milan, el cardenal Lluis Martínez Sistach estaría celebrando el triunfo, mientras su colega milanes y papable, Angelo Scola, lamentaría la derrota por 4 a 0.
El inicio del cónclave en el Vaticano que definirá al nuevo líder de la Iglesia católica ha traído varios costo para los 115 cardenales electores. Además de jurar que no revelarán detalles del encuentro y comprometerse a no utilizarán aparatos electrónicos durante los comicios, dos prelados -sin duda-, lamentaron perderse el partido de los octavos de final de la Champions League entre el Barcelona y el Milan, que finalizó con un triunfo de por 4 a 0 a favor de la catalanes.
Y no se trata de cualquier religioso con gusto por el fútbol, sino que de los cardenales de ambas ciudades, Lluis Martínez Sistach y Angelo Scola.
Sistach acude con frecuencia al Camp Nou para seguir al Barça, mientras que Scola es también conocido hincha del equipo de Silvio Berlusconi, pero el aislamiento durante la elección papal los tendrá aislados de la posibilidad de conocer el resultado a no ser que alguna “voz autorizada” les haga conocer el resultado del encuentro.
Aunque a la hora en que comenzó el enfrentamiento, la primera jornada del cónclave ya había culminado sin una definición del nuevo papa, ya que la fumata fue negra, el cronograma de la cita indicaba que a esa hora los electores estarían en sus habitaciones, en la residencia Santa Marta dentro del Vaticano incomunicados.
La única hipotética opción que Sistach y Scola tenían para presenciar el cotejo, se habría concretado si en la primera votación hubiera resultado electo el nuevo papa, cuestión que el propio vocero del Vaticano, Federico Lobardi se adelantó a subrayar como improbable.
No todo el religión, también hay Clericus Cup
Los preparativos del cónclave no han impedido sin embargo la celebración de la llamada Clericus Cup, una especie de Mundial de fútbol celebrado en el Vaticano desde hace seis años y reservado exclusivamente a seminaristas y sacerdotes.
La renuncia de Benedicto XVI el pasado 28 de febrero llevó a que se cancelara la segunda fecha, a disputarse el 2 y 3 de marzo, pero el campeonato se reanudó el pasado fin de semana.
De los equipos latinos, el Colegio Pío Brasileño cayó por 4-1 contra el Redemmptoris Mater, mientras que el Colegio Mexicano empató a 0-0 con la Universidad Gregoriana de Roma.
