Senado uruguayo aprobó el matrimonio homosexual
El proyecto, criticado por la Iglesia Católica del país, fue aprobado por 23 votos a favor y 8 en contra gracias a la mayoría del gobernante Frente Amplio y a que senadores de otras fuerzas también lo respaldaron.Uruguay es el 12º país del mundo y 3º en América en permitir el matrimonio gay.
En una noticia que implica un gran triunfo para el colectivo gay uruguayo, por 23 votos a favor y sólo 8 en contra el Senado de ese país aprobó este martes el proyecto de ley del matrimonio homosexual
El texto de la norma, fuertemente criticada por la Iglesia Católica, señala que “el matrimonio civil es la unión permanente, con arreglo a la ley, de dos personas de distinto o igual sexo” y modifica varias normas del Código Civil para igualar el matrimonio entre heterosexuales con el que contraigan personas del mismo sexo.
La iniciativa, bautizado como de “matrimonio igualitario”, y que fue impulsada por el Gobierno de José Mujica, transforma Uruguay en el 12º país del mundo y el tercero en el continente americano -después de Canadá y Argentina- en permitir el matrimonio homosexual en todo su territorio.
Pese a la llovizna que a partir de media jornada acompañó la rutina de los 1,5 millones de habitantes de Montevideo, algunos partidarios de la medida mostraron su entusiasmo en los alrededores del Palacio Legislativo ante un acontecimiento que consideran histórico.
Es el caso de la transformista Diva Gina, que con una llamativa peluca azul y un corpiño plateado paseaba nerviosa de un lado a otro esperando los resultados de la votación, en la que previsiblemente se aprobará la Ley de matrimonio igualitario.
“Estamos un poco ansiosos y nerviosos pero confiamos en que vamos a obtener buenos resultados, porque esto se viene peleando desde hace mucho tiempo“, aseguró Diva Gina, que pertenece a la Asociación Trans de Uruguay (ATU).
“Hay mucha gente involucrada y pensamos que el proyecto de matrimonio igualitario está muy bien hecho y venimos a darle todo el apoyo que se merece”, enfatizó.
Pero todos los esfuerzos que asociaciones como ATU han realizado para defender los derechos de esos colectivos “no deben acabar” aquí, subrayó la activista.
“Ahora hay que trabajar en la educación para la diversidad, no discriminar a las chicas trans, ni a los jóvenes por su orientación sexual. Tenemos que hacer un sistema educativo más inclusivo”, dijo.
El rechazo de la Iglesia Católica
En las antípodas de esa visión está el arzobispo de Montevideo, Nicolás Cotugno, quien criticó el proyecto este domingo durante la misa pascual en la Catedral Metropolitana y dijo que, en caso de aprobarse el matrimonio igualitario, quedará “oscurecido un bien fundamental de la persona humana, como es la familia”.
“Dios ha hecho al hombre a su imagen y semejanza y dice el Génesis que macho y hembra él los creó. Todo lo que se aparta de este proyecto de Dios, la Iglesia, no puede aceptarlo, no puede asumirlo y no puede promoverlo”, afirmó Cotugno, que pidió a los legisladores católicos votar “a conciencia”.
La discusión parlamentaria fue seguida por los medios de comunicación tradicionales pero también desde las tribunas del Senado, donde decenas de miembros de agrupaciones como el Colectivo Ovejas Negras que impulsó el proyecto, seguían también expectantes el debate.
El proceso legislativo tuvo eco también en las redes sociales que algunos senadores escogieron como instrumento para replicar las opiniones que vertían en el debate legislativo.
Rafael Michelini, senador del gobernante Frente Amplio, aseguró este martes desde su cuenta de Twitter que el Estado “debe regular el matrimonio, pero no debe decir con quien te tenés que casar, ni quien tiene que ser tu cónyuge”.
El proyecto contaba con los votos necesarios para su aprobación porque el Frente Amplio tiene mayoría y senadores de otras fuerzas como los partidos Colorado y Nacional ya habían explicitado su apoyo.
Además, aunque deberá volver a la Cámara de Diputados debido a que el texto fue modificado por los senadores, su aprobación definitiva es previsible, porque los diputados oficialistas también son mayoría.
En los últimos seis años, Uruguay legalizó la unión civil de homosexuales y la adopción de niños por parte de parejas del mismo sexo, además de habilitar el cambio de nombre y sexo y el ingreso de homosexuales a las Fuerzas Armadas.