Corea del Norte glorifica a su líder entre el temor a una nueva prueba nuclear
Kim Jong-un festeja un año desde su elección como secretario del Partido de los Trabajadores, mientras Corea del Sur y EE.UU permanecen atentos a la posibilidad de que el régimen comunista realice una prueba de misiles.
Corea del Norte ensalzó hoy a Kim Jong-un en el primer aniversario de su elección como secretario del Partido de los Trabajadores, mientras Corea del Sur y EE.UU permanecieron atentos ante la posibilidad de que el régimen comunista realice una prueba de misiles.
El único canal de la televisión estatal norcoreano, KCTV, conmemoró esta señalada fecha con un repaso a las habituales visitas a las tropas del joven líder comunista, y el periódico Rodong, altavoz del partido oficialista norcoreano, afirmó que “la historia nunca ha visto a ningún dirigente socialista” como Kim.
Este medio también celebró el éxito de la puesta en órbita de un satélite norcoreano en diciembre y la reciente prueba nuclear de febrero, ambas acciones castigadas con sanciones de la ONU aunque alabadas por el rotativo, que las calificó de “valiosas victorias que sólo el camarada Kim Jong-un podía conseguir”.
Muchos analistas temían que Pyongyang realizara hoy una prueba de misiles con motivo del aniversario de Kim al frente del partido único, en un ambiente regional marcado por la incertidumbre en torno a la fecha del posible lanzamiento.
El nerviosismo marcó las primeras horas del día cuando el Ministerio de Defensa del vecino Japón reveló que unas imágenes tomadas por satélite indicaban que una plataforma de lanzamiento de misiles norcoreana se había colocado en posición vertical, lo que apuntaba al final de los preparativos para un inminente disparo.
Sin embargo, Pyongyang puede estar tratando de confundir y hastiar a los servicios de inteligencia extranjeros en lo que respecta a la fecha de la prueba mediante maniobras de distracción, como el transportar repetidamente sus misiles dentro y fuera de un hangar, según explicó una autoridad del Gobierno de Corea del Sur.
Los servicios de inteligencia de Seúl y Washington, en todo caso, continúan vigilando de cerca los movimientos que recogen las imágenes vía satélite con la idea de que Corea del Norte podría lanzar sus misiles antes del próximo 15 de abril, día en el que nació Kim Il-sung, fundador del país y abuelo del actual líder.
Entre los proyectiles norcoreanos que podrían están listos para ser lanzados destaca el Musudan, un misil que el régimen aún no ha probado y que tiene un rango estimado de entre 3.000 y 4.000 kilómetros, suficiente para alcanzar Japón o las bases estadounidenses de la isla de Guam, en el Océano Pacífico.
Entre tanto, el secretario general de la OTAN, el danés Anders Fogh Rasmussen, llegó hoy a Seúl, donde se reunió con el ministro de Exteriores surcoreano, Yun Byung-Se, con quien trató la escalada de tensión que se vive en la región.
Rassmussen, que tiene previsto desplazarse a Japón el sábado, planea reunirse también con la presidenta surcoreana, Park Geun-hye.
Tanto en la capital como en el resto Corea del Sur, que en los últimos años ha observado ya varias pruebas nucleares y de misiles realizadas por su vecino comunista, las calles volvían a mostrar un ambiente de tranquilidad, aunque tanto el Gobierno como los medios permanecen atentos a cada movimiento en el Norte.
La relajación en las calles surcoreanas también se ha contagiado a la Bolsa de Seúl, cuyo principal indicador, el Kospi, encadenó hoy su segunda jornada consecutiva con ganancias tras sufrir caídas en los días anteriores, en los que se intensificó la prolongada campaña de amenazas de Pyongyang.
Sin embargo, no hubo avances en lo que respecta a la crisis del complejo industrial de Kaesong, único proyecto intercoreano en vigor pero cerrado desde que el martesCorea del Norte retirara a sus 54.000 trabajadores, que fabrican productos para las 123 empresas del Sur allí instaladas.
Corea del Norte abrió hoy aún más la herida al publicar un duro comunicado en el que de nuevo acusó al Gobierno de Park Geun-hye (por primera vez mencionó el nombre de la presidenta surcoreana) de haber provocado la crisis de Kaesong y amenazó con cerrar el complejo definitivamente.
Por su parte, el ministro de Unificación de Seúl, encargado de las relaciones con el Norte, pidió diálogo al régimen de Kim Jong-un, al que instó a “acudir a la mesa de negociaciones inmediatamente” para solucionar el bloqueo del parque industrial.
La tensión en la península coreana se prolonga ya por más de un mes desde que el pasado 7 de marzo la ONU ampliara sus sanciones económicas y comerciales aCorea del Norte por su última prueba nuclear realizada en febrero.
Las dos Coreas permanecen técnicamente en guerra desde que el conflicto que las enfrentó entre 1950 y 1953 se cerrara con un alto el fuego en vez de un tratado de paz