Obama insta al Senado de EE.UU a que apruebe pronto una reforma migratoria
Tras una cita con representantes republicanos y demócratas, el mandatario dijo que la iniciativa busca fortalecer la seguridad en la frontera sur, sancionar a empresas que contraten a trabajadores indocumentados y abrir una vía para que cerca de 11 millones de indocumentados "se ganen" la ciudadanía.
El presidente de EE.UU., Barack Obama, instó este martes al Senado a que apruebe pronto una reforma migratoria integral que permita la legalización de la población indocumentada, al concluir una reunión privada con dos miembros del grupo negociador de la Cámara alta.
Obama se reunió a puerta cerrada con los senadores John McCain, republicano por Arizona, y Charles Schumer, demócrata por Nueva York, con quienes repasó el contenido del plan reformista elaborado por el llamado “Grupo de los ocho” del Senado desde enero pasado.
“Insto al Senado a que avance pronto en este proyecto de ley y, como les dije a los senadores Schumer y McCain, estoy dispuesto a hacer lo que sea para asegurar que la reforma migratoria integral se convierte en realidad tan pronto como sea posible”, dijo Obama en un comunicado emitido por la Casa Blanca.
Según Obama el proyecto de ley “claramente es uno consensuado, y nadie obtendrá todo lo que quiere, incluyéndome a mí. Pero es en gran medida consecuente con los principios que reiteradamente he presentado para una reforma migratoria”.
La iniciativa propone seguir fortaleciendo la seguridad en la frontera sur y sancionar a empresas que a sabiendas contraten a trabajadores indocumentados, además de abrir una vía para que los cerca de once millones de indocumentados “se ganen” la ciudadanía, señaló Obama.
Además, plantea modernizar el sistema de visas para permitir la reunificación familiar y atraer a emprendedores e ingenieros extranjeros altamente cualificados “que ayudarán a crear trabajos bien remunerados y a que crezca” la economía, precisó el mandatario.
El “Grupo de los ocho” prevé enviar el proyecto de ley hoy mismo en el Senado, aunque fuentes de la Cámara alta indicaron que sus asesores “están finalizando el lenguaje técnico” del plan.
Los componentes del plan reformista son, a su juicio, “pasos de sentido común que la mayoría de los estadounidenses apoya”