EE.UU: Encuentran vivas a tres jóvenes desaparecidas hace más una década
El caso de Amanda Berry, Gina DeJesus y Michelle Knight causa conmoción en EEUU, luego que se descubriera que permanecieron secuestradas por cerca de una década en Cleveland. Las autoridades habían detenido su búsqueda pensando que habían fallecido.
Tres jóvenes que desaparecieron entre 2002 y 2004 fueron encontradas vivas en una vivienda de Cleveland, cuyo propietario fue arrestado, junto con otros dos sospechosos, según informó la policía local.
Amanda Berry, desaparecida en 2003, Gina DeJesus, en 2004, y Michelle Knight, en 2002, fueron halladas después de que una mujer que aseguraba ser la primera de ellas llamara a la policía para pedir ayuda mientras su secuestrador había salido de la casa.
Las mujeres fueron trasladadas a un centro médico local y tanto la policía local como el FBI planean interrogarlas cuando les den el alta, según indicó el diario local The Plain Dealer de Cleveland.
Las autoridades arrestaron en un McDonald’s cercano al propietario de la casa, identificado como Ariel Castro, un hombre hispano de 52 años que residía en la vivienda desde 1992. Aparentemente, Castro huyó de la vivienda después de que un vecino, Charles Ramsey, escuchara a Berry gritando “ayúdenme”.
El vecino rompió parte de una puerta, permitiendo que Berry saliera, con una niña pequeña, según relató al diario el propio Ramsey. Fue entonces cuando la joven llamó a la policía, según los primeros informes. A continuación, otros dos hombres fueron detenidos.
Berry, la primera de las mujeres en salir, desapareció en abril de 2003, un día antes de su cumpleaños 17, y las autoridades habían emprendido sin éxito varias búsquedas de su cadáver. Según la cadena CNN, podría haber dado a luz a una niña, que hoy tendría unos cuatro años, durante su reclusión.
DeJesus, de 23 años, tenía 14 cuando desapareció en 2004, cuando caminaba desde la escuela hasta su vivienda, en el mismo barrio donde fue hallada. Por último, Knight tenía 21 años cuando desapareció en 2002, algo que algunos familiares atribuyeron a un enfado porque había perdido la custodia de su hijo.
Gerald Maloney, un portavoz del hospital donde han sido trasladadas, confirmó a periodistas el lunes por la noche que “se encuentran bien” y los doctores están “evaluando sus necesidades médicas”, sin dar más detalles.