Mandela "siente a veces dolor" pero "está bien", según su esposa
Graça Machel, hizo estas declaraciones en la presentación de los partidos de fútbol y rugby que le rendirán tributo el próximo 17 de julio, un día antes de que cumpla 95 años, además agradeció el alud de mensajes de apoyo recibidos de todo el mundo.
El ex presidente sudafricano Nelson Mandela “siente a veces dolor”, pero “está bien”, afirmó este jueves su mujer, Graça Machel, cuando su marido cumple 27 días hospitalizado, los últimos 12 en estado crítico.
“A veces (Mandela) no se siente bien, a veces siente dolor, pero está bien”, dijo Machel en un acto del Centro de la Memoria de Nelson Mandela para la presentación de los partidos de fútbol y rugby que le rendirán tributo el próximo 17 de julio, un día antes de que cumpla 95 años.
Como ya hiciera anteriormente con un comunicado, la tercera esposa de Madiba -nombre del clan de Mandela, por el que se le conoce en Sudáfrica- agradeció repetidamente el alud de mensajes de apoyo recibidos de todo el mundo.
Por su parte, la viuda del ex mandatario mozambiqueño Samora Machel destacó “el amor eterno de Madiba por los niños”, y sugirió a los sudafricanos que, además de honrarlo con los regalos que dejan frente al hospital o delante de su casa, hagan donaciones a los proyectos solidarios patrocinados por Mandela.
Machel alabó a Mandela por “unir a todos” incluso desde la cama del hospital.
Los encuentros en cuya presentación participó hoy Machel servirán de comienzo para los numerosos actos programados durante el cumpleaños del ex mandatario, que en 2009 fue declarado por la ONU como “Día Internacional de Mandela”.
Nelson Mandela fue ingresado el pasado 8 de junio en un hospital de Pretoria por una recaída de una infección pulmonar, y su estado se agravó el 23 de junio.
El premio Nobel de la Paz de 1993 fue elegido, un año después, primer presidente negro de Sudáfrica, en las primeras elecciones con sufragio universal en el país, después de haber logrado desmantelar el régimen racista del “apartheid”.
Madiba pasó más de 27 años en las prisiones del “apartheid”, donde contrajo los problemas pulmonares que ahora padece.