Violentos saqueos y disturbios se extienden por Argentina y dejan 10 muertos
El jefe de Gabinete argentino, Jorge Capitanich, aseguró hoy que "el pueblo argentino quiere paz y armonía" y afirmó que las protestas policiales superan "cualquier límite previsible y merecen el repudio de todos".
Los violentos saqueos y disturbios iniciados en la ciudad de Córdoba hace una semana se extienden ahora por gran parte del país y dejan 10 muertos, en medio de las protestas de policías que reclaman un aumento salarial.
Numerosos negocios de Resistencia, la capital provincial del Chaco amanecieron hoy con sus vidrieras rotas, estanterías vacías y suelos cubiertos de mercancías descartadas, tras los saqueos colectivos en los que fallecieron dos personas, entre ellas un subcomisario de policía, informó el gobernador, Juan Carlos Bacileff Ivanoff.
Bacileff Ivanoff aseguró que otras dos víctimas reportadas por los medios de comunicación no tenían relación directa con los robos. La escena se repitió también en las provincias norteñas de Tucumán, donde se registraron otras dos víctimas fatales, y en Jujuy, con un fallecido.
El auge de los saqueos y el conflicto policial han empañado el trigésimo aniversario de la democracia ininterrumpida en Argentina, que se celebra hoy, y líderes opositores pidieron suspender los festejos públicos de esta tarde.
En medio de una fuerte conmoción social por saqueos que dejaron un muerto, unos 200 heridos y más de un centenar de detenidos, las autoridades cordobesas elevaron el sueldo básico de los agentes a 8.000 pesos (1.280 dólares).
Otras provincias con uniformados sublevados han pactado también subidas salariales de hasta el 50 por ciento para que los policías regresen a las calles, como Buenos Aires, Catamarca, Corrientes, Santa Fe, Entre Ríos, Neuquén, Río Negro y Chubut, entre otras.
La oleada de saqueos ha generado un clima de psicosis colectiva entre los comerciantes, algunos de los cuales se han armado y otros se plantean bajar las persianas durante las fiestas navideñas para evitar robos.
El jefe de Gabinete argentino, Jorge Capitanich, aseguró hoy que “el pueblo argentino quiere paz y armonía” y afirmó que las protestas policiales superan “cualquier límite previsible y merecen el repudio de todos”.
Mientras la Justicia investiga, el gobernador de Córdoba, Juan Manuel de la Sota, relevó este lunes la cúpula policial y aceptó la renuncia de la ministra de Seguridad, Alejandra Monteoliva, en respuesta a las protestas.