Seúl eleva al nivel de "asesinato" los errores de la tripulación de ferry hundido
Mientras, continuaron los trabajos de rescate dentro del barco y los buzos lograron sacar seis cuerpos más, lo que elevó la cifra de fallecidos a 65 y el número de desaparecidos se situó en 237.
La presidenta surcoreana, Park Geun-hye, acusó hoy de “asesinato” al capitán del Sewol, el ferri hundido con más de 300 muertos o desaparecidos, después de que la transcripción del diálogo entre el barco y la torre de control revelara caos y graves errores en los momentos más decisivos.
“La conducta del capitán y algunos miembros de la tripulación es incomprensible desde el sentido común” y “una especie de acto de asesinato que no puede ni debe ser tolerado”, afirmó la presidenta surcoreana durante una reunión con altos oficiales del Gobierno.
Mientras, continuaron los trabajos de rescate dentro del barco y los buzos lograron sacar seis cuerpos más, lo que elevó la cifra de fallecidos a 65 y el número de desaparecidos se situó en 237.
Las duras acusaciones de la presidenta se produjeron en un momento en que el Gobierno se encuentra en el punto de mira de los familiares de las víctimas, que acusan al ejecutivo de Park de no esforzarse lo suficiente en el rescate, tomar decisiones erróneas y proporcionar información incorrecta.
En todo caso, la transcripción del diálogo entre la cabina del barco y la torre de control en los 40 primeros minutos del hundimiento reveló errores y contratiempos que pudieron haber impedido salvar muchas más vidas de las 174 contabilizadas.
La cabina recibió varias indicaciones de evacuar pero no se llegó a dar la orden, según reconoció el propio capitán, por el miedo a que los pasajeros fueran arrastrados por las fuertes olas y las corrientes marinas.
Las dudas de Lee se unieron a la avería del sistema de megafonía que impedía la comunicación con el pasaje y la incapacidad de la tripulación para desplegar los botes salvavidas, según revela la transcripción.
De los 477 pasajeros del Sewol 325 eran estudiantes de 16 y 17 años de un mismo instituto, cuyos cuerpos permanecen en su mayoría dentro de la nave sumergida cinco días después del accidente y agotadas ya las posibilidades de encontrar supervivientes.