Monjas católicas piden perdón por abusos a menores en Irlanda del Norte
En una vista anterior, las Hermanas de Nazaret, a través de su abogado, Turlough Montague, ya reconocieron "el daño causado a algunos niños bajo su cuidado" y pidieron "perdón sin reservas".
La orden de monjas católicas Hermanas de Nazaret reconoció hoy que los abusos psíquicos y físicos cometidos contra menores en sus residencias de Irlanda del Norte fueron “espantosos”.
“Debemos aceptar que, en ocasiones, el comportamiento de ciertas monjas no fue correcto”, declaró la hermana Brenda McCall ante el tribunal especial que desde el pasado enero investiga los abusos cometidos e instituciones de la provincia regentadas por religiosos y organismos estatales entre 1922 y 1995.
Se trata de la mayor investigación de este tipo acometida en el Reino Unido, después de que en la vecina República de Irlanda varios informes elaborados en los últimos años revelasen la existencia de miles de casos de abusos contra menores.
En una vista anterior, las Hermanas de Nazaret, a través de su abogado, Turlough Montague, ya reconocieron “el daño causado a algunos niños bajo su cuidado” y pidieron “perdón sin reservas”.
Durante la sesión de hoy, McCall, en nombre de toda la congregación, reiteró que monjas, personal laico e incluso algunos internos de mayor edad abusaron física y psicológicamente de menores en sus casas de acogida de la localidad de Derry, al oeste de la provincia británica.
“Durante los últimos años se ha pedido perdón en persona a algunos individuos que han presentado sus casos”, explicó la religiosa ante el tribunal que preside el juez norirlandés retirado Anthony Hart.
En las últimas semanas varias víctimas han dado testimonio de sus experiencias en esas instituciones y, según McCall, ha “sido duro y horroroso” escuchar de primera mano los “espantosos” abusos cometidos.
“Somos un grupo humano, una organización humana y tuvimos gente que defendió la causa y tuvimos gente que era un poco débil y todo lo que puedo decir es que tuvimos algunas hermanas maravillosas, heroicas”, afirmó la monja en defensa de su congregación.