Human Rights Watch: Declaración de ley marcial en Tailandia es golpe de Estado
"La libertad de prensa ha sido la primera víctima" de las medidas de los militares tailandeses, señala la organización defensora de los DDHH en un comunicado,
La organización defensora de los derechos humanos Human Rights Watch (HRW) calificó hoy la declaración de la ley marcial impuesta por el Ejército de Tailandia como un “golpe de Estado” que “amenaza los derechos” de los ciudadanos.
El jefe del Ejército tailandés, Prayuth Chan-Ocha, declaró en la madrugada del martes la medida para garantizar “la paz y el orden” en el país.
Con este decreto, que continuará vigente “tanto tiempo como sea necesario” según el jefe militar, el Ejército ha censurado medios de comunicación y ha asumido más poderes para controlar la seguridad del país, entre otras posibles medidas.
“Los militares han incautado el poder (…) Los portavoces militares han negado que su intervención sea un golpe de Estado, pero ¿Cómo se puede llamar a una situación en la que el jefe del Ejército se apodera por completo del poder de la Administración civil?“, señala Brad Adams, director de HRW para Asia, en un comunicado.
Hasta el momento las autoridades han suspendido la emisión en 14 canales de televisión y numerosas emisoras de radio. Los militares también han pedido a los medios impresos que censuren los comentarios e informaciones “negativas”, según apunta Human Rights Watch.
“La libertad de prensa ha sido la primera víctima, pero los aliados de Tailandia en todo el mundo deben prevenir el asalto a otros derechos básicos. El Gobierno civil debe ser restaurado y programar unas elecciones para que los tailandeses decidan quien gobierna su país”, remarca el director de HRW en Asia.
La ley marcial entró en vigor a las 03.00 hora local del martes (20.00 GMT del lunes), cuando la mayoría de la nación todavía dormía.
El general tailandés no ha sido muy explícito sobre su plan de acción que, fundamentalmente, consiste en sentar a negociar a las partes enfrentadas, después de siete meses de manifestaciones contra el Gobierno que han causado 28 muertos y más de 800 heridos.
La Unión Europea (UE) llamó a Tailandia a buscar una solución pacífica y urgió al Ejército a respetar los estándares internacionales de derechos humanos.
Tailandia está acostumbrada a los golpes militares, ha sufrido casi veinte en menos de un siglo, aunque el de hoy no lo sea, según el jefe de Ejército. El último fue incruento, ocurrió hace ocho años también después de meses de manifestaciones antigubernamentales, y desencadenó la actual crisis política.