Expertos españoles redescubren tumba faraónica de hace 2.700 años en Egipto
El mausoleo TT 209, ubicado en la zona de Asasif, en la ribera oeste del río Nilo, fue descubierto por primera vez en 1904, pero en la década de 1980 fue cubierto por la arena y se perdió su pista, pese a la búsqueda de los arqueólogos.
Expertos españoles redescubrieron una tumba de hace unos 2.700 años en el sur de Egipto, en la ciudad arqueológica de Luxor, unos 700 kilómetros al sur de El Cairo, informó hoy el jefe de la misión, Miguel Ángel Molinero Polo.
Molinero explicó que esa tumba, perteneciente a un alto funcionario nubio, estaba completamente cubierta de tierra y basura, y no se distinguía nada de ella en la superficie.
El mausoleo TT 209, ubicado en la zona de Asasif, en la ribera oeste del río Nilo, fue descubierto por primera vez en 1904, pero en la década de 1980 fue cubierto por la arena y se perdió su pista, pese a la búsqueda de los arqueólogos.
La misión de la Universidad española de La Laguna tuvo que emplear planos antiguos para volver a localizarla, aunque algunas referencias incluidas en ellos habían desaparecido.
Molinero señaló que incluso recurrió a su propia memoria porque hace unos diez años había estado en esa zona y entonces aún se distinguía parte del sepulcro.
Según el arqueólogo, los estudios preliminares han revelado que la tumba data de la dinastía XXV, de alrededor del año 710 antes de Cristo.
Esa época coincide con el inicio de la dominación de Egipto a manos de los nubios, por lo que la tumba tiene una mezcla de elementos nubios y egipcios.
Asimismo, Polo destacó que hasta ahora se había nombrado de distintas maneras al alto funcionario enterrado en esa tumba, debido a que en uno de los saqueos sufridos los ladrones se llevaron una parte donde figuraba su nombre.
Los expertos han conseguido ahora identificar al difunto como Nisemro, un nombre diferente al de Hatamshemro, que recibió cuando se halló la tumba por primera vez.
A partir de 1950 fue llamado Seremhatrekhyt, si bien este último correspondía a uno de los títulos que ostentó en vida.
El Ministerio egipcio de Antigüedades destacó en una nota que este redescubrimiento agrega un nuevo nombre a la época faraónica y además permitirá conocer nuevos detalles sobre las funciones que desempeñó el fallecido.