Revelan el secreto mejor guardado de Pablo Escobar Gaviria: "No lo mató la policía"
Un ex paramilitar colombiano entregó detalles de quién le disparó al narcotraficante más temible de Colombia.
Diego Fernando Murillo Bejarano (53), conocido bajo los alias de Don Berna o Adolfo Paz, es un narcotraficante y paramilitar colombiano que desarrolló su carrera criminal en la ciudad de Medellín, primero en la guerrilla del Ejército Popular de Liberación y después en el Cartel de dicha ciudad.
Posteriormente dirigió la banda “La Terraza”, luego encabezó la asociación criminal conocida como Oficina de Envigado, para finalmente convertirse en uno de los voceros de las Autodefensas Unidas de Colombia (UAC). Hoy cumple condena en una cárcel de Estados Unidos.
Desde ese lugar, “Don Berna” reveló uno de los secretos mejores guardados del líder del Cartel de Medellín, Pablo Escobar Gaviria. Mirullo formó parte de la asociación criminal en los 90, por lo que tiene conocimiento pleno de cómo operaba el “Patrón” y cómo fueron sus últimos días.
En este contexto, señaló que no fueron los policías los que mataron al líder del narco. En su libro “Así matamos al patrón”, “Don Berna” detallo que él estaba con el grupo de la policía que dio de baja a Escobar. Además, que fue su hermano Rodolfo Murillo Bejarano, alias ‘Semilla’, quien le disparó.
De esta manera Murillo, quien fue informante de la policía, relató lo ocurrido durante esa jornada del 2 de diciembre de 1993, fecha en que mataron a Escobar:
“El teniente Bolívar y algunos de mis hombres rodearon la cuadra y llamaron por radio al mayor Hugo Aguilar, que se encontraba en la Escuela de Policía Carlos Holguín. Él preguntó si estábamos seguros de que Pablo se escondía allí y el teniente le respondió que con toda seguridad. El mayor le ordenó que no hiciera ningún movimiento, que ellos ya venían en camino con policías de refuerzo. Debido a la gran congestión vehicular causada por la época decembrina, el recorrido de la escuela hasta el lugar podía tardar cuarenta minutos (…). A las 3:15 p. m., el teniente Bolívar tomó una decisión intrépida y arriesgada. Me preguntó si el área estaría completamente asegurada. Yo le respondí que sí, y agregué: ‘Es imposible que el patrón se escape’. El teniente Bolívar me respondió: ‘Entremos’. Me sorprendí, pero él agregó: ‘Yo asumo la responsabilidad’. Entonces le dije a mi hermano Rodolfo Murillo que se pusiera un chaleco antibalas para que ingresara a la residencia junto con el teniente Toño y dos hombres más (…). Pablo corría por el techo cuando mi hermano llegó a la ventana, le apuntó y le disparó en la cabeza con su fusil M16 calibre 5.56. (…). Pocos minutos después llegó el mayor Aguilar con sus hombres y nos abrazó a mí, a ‘Semilla’ y al teniente Bolívar. Nos felicitó, estaba feliz y había euforia, tiros al aire y gritos de ¡viva Colombia! Me pidió que me retirara, pues venía la prensa y no era conveniente que me vieran allí”.
Las versiones oficiales desmienten a Murillo, que purga una condena de 31 años en los EEUU: “No es cierto lo que dice. Yo me estaba comunicando permanentemente por radio con el mayor Hugo Aguilar y con el teniente Hugo Martínez Bolívar, mi hijo, y el operativo fue realizado íntegramente por hombres de la policía”, señaló el general retirado Hugo Martínez Poveda.