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15 de Septiembre de 2014

Alemania juzga por primera vez a un presunto miembro del Estado Islámico

A partir de ahora es delito desde la exhibición de sus símbolos y distintivos hasta la recogida de fondos para la organización yihadista o el proselitismo en internet.

Por EFE
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La Audiencia provincial de Fráncfort (oeste de Alemania) acogió hoy el inicio del primer juicio que se celebra en el país contra un presunto miembro de la organización yihadista Estado Islámico (EI), un joven alemán de 20 años que fue detenido tras regresar de Siria.

La Fiscalía federal acusa a Kreshnik B. de pertenencia a una organización terrorista extranjera y de haber participado en la preparación de un acto contra la seguridad del Estado en el extranjero.

Según el pliego de la acusación, el joven, nacido en el seno de una familia de origen kosovar en la localidad de Bad Homburg, en las cercanías de Fráncfort, inició en 2011 su radicalización dentro del mundo islamista.

Fue en la escuela de formación profesional, relata la edición digital del diario “Der Spiegel”, donde Kreshnik se unió a un grupo de compañeros que vestían la tradicional indumentaria musulmana, se negaban a hablar con las profesoras, salían de clase cuando se impartía sexología y frecuentaban una de las mezquitas de Fráncfort.

Junto a otros seis camaradas viajó en autobús a Estambul en julio de 2013 y desde allí el grupo se trasladó a la provincia siria de Alepo, donde se unió el EI.

La Fiscalía sostiene que Kreshnik permaneció medio año en Siria, donde recibió entrenamiento en el manejo de armas y consiguió también hacerse con un arma.

Presuntamente colaboró en las filas del EI como sanitario y como vigilante y llegó a participar en misiones militares de varios días.

El joven fue detenido en diciembre de 2013 a su regreso a Alemania, en el aeropuerto de Fráncfort.

Regresaba desde Estambul con un primo suyo y con su hermana Aferdita, con quien mantuvo contacto durante su estancia en Siria.

En el juicio se escuchó la grabación de alguna de sus conversaciones, en las que el joven le explica desde Siria sus pocas ganas de vivir en Alemania y defiende la guerra santa como un “deber individual” de cada musulmán.

“Eres joven, tonto e ingenuo”, le decía entonces su hermana Aferdita rechazando la radicalización del joven, que llegó a confesarle en noviembre de 2013 en un chat su deseo de morir como un mártir por Alá.

Para ella, sin embargo, eran sólo “niños tontos” que ponían su vida en riesgo para nada, “por política”.

El presidente del tribunal avanzó hoy su intención de ser indulgente si el joven confesaba los hechos, con lo que, según los medios locales, podría ser condenado a una pena máxima de cuatro años y tres meses de prisión.

Según el abogado defensor, el joven hablará en la próxima jornada del juicio, prevista para el viernes.

El Ministerio del Interior calcula que 400 personas han salido de Alemania para luchar en Siria e Irak y que más de 40 de ellos han muerto, uno de ellos en un atentado suicida.

La activa propaganda yihadista en internet y el temor a la radicalización de grupos islamistas llevó al Gobierno de Angela Merkel a anunciar el pasado viernes la prohibición “inmediata” de todas las actividades vinculadas al EI en Alemania.

A partir de ahora es delito desde la exhibición de sus símbolos y distintivos hasta la recogida de fondos para la organización yihadista o el proselitismo en internet, según explicó el titular del Interior, Thomas de Maizière, quien alertó del riesgo que supone el regreso de ciudadanos que han combatido en las filas de EI.

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