Los 4 extraños antecedentes del caso Nisman que tienen en jaque la teoría del suicidio
Las declaraciones del cerrajero, un nuevo pasadizo al departamento, los restos de pólvora y una pisada junto a una huella complican el caso que estremece a Argentina.
El domingo fue encontrado muerto el fiscal Alberto Nisman en su departamento de Puerto Madero con un disparo en la cabeza. El cuerpo del persecutor fue hallado a unas horas de la comparecencia que tenía prevista para el lunes ante el Congreso, donde detallaría la denuncia que alcanza a la Presidenta Cristina Fernández y varios de sus colaboradores por el supuesto encubrimiento de los presuntos autores del atentado contra la AMIA, que dejó 85 muertos y más de 300 heridos en 1994.
Desde entonces, no se ha podido clarificar qué fue lo que realmente ocurrió con Nisman, siendo que en un principio se barajó la opción de un suicidio. Sin embargo, un informe preliminar de la autopsia que se le realizó ayer reveló que no se encontraron restos de pólvora en sus manos.
“Al ser un arma de un calibre pequeño, calibre .22 y no un arma de guerra, usualmente esto provoca que el barrido electrónico no arroje resultados positivos”, argumentó la fiscal Viviana Fein tras explicar que las pericias dieron negativo. Pese a esto, agregó que “no descarta que la haya disparado él”, ya que los datos provisionales a la autopsia del cadáver apuntan a que en su deceso “no hubo intervención de terceras personas”.
Esto hasta ayer, porque hoy todo volvió a cuestionarse luego de que se encontrara una tercera entrada al departamento de Nisman. Según detalla Clarín, el pasadizo, que se encuentra lleno de equipos de aire acondicionado, comunica el departamento del fiscal con el que está contínuo a él, en el que vive un ciudadano extranjero.
Además, investigadores encontraron una pisada en el piso, y sobre la barrera de protección, que está a un lado, una huella digital. Estos rastros fueron enviados a analizar, para determinar si se corresponden con algún técnico en reparación que hubiera actuado allí recientemente o con el presunto autor de la muerte de Alberto Nisman.
Estos nuevos antecedentes se suman a la declaración que prestó el cerrajero que le abrió la puerta a la policía el día que se encontró el cadáver. Según explicó, cuando llegó “una puerta estaba abierta, la de servicio”. Según precisó, la seguridad del edificio lo contactó y, como la puerta principal tiene acceso alfanumérico, siempre se refirió a la puerta de servicio que es la que abrió. “A esa puerta lo pudo haber abierto cualquiera. Tardé dos minutos, corrí el pestillo y se abrió”, señaló.
Estas declaraciones se contraponen a la versión oficial que indicaba que cuando llegó la Policía con el cerrajero, la puerta de servicio estaba cerrada con la llave puesta del lado adentro.