Ignorar la realidad, es sólo amplificarla

Hace algún tiempo, leí un informe de las Naciones Unidas que decía que, cada cinco minutos, un niño muere como resultado de la violencia en el mundo. Automáticamente, se vino a mi cabeza la imagen de niños y niñas arrancando de explosiones, de bombas, en países que están viviendo conflictos armados. Sin embargo, quedé totalmente sorprendida cuando el informe especificaba que 3 de cada 4 de esas muertes por “violencia” ocurren en países que están “en paz”.

Si no son las guerras las que causan la mayoría de las muertes de los niños y niñas por violencia en el mundo, ¿qué tipo de violencia las causa? La pobreza infantil. Ésta es considerada como una de las primeras transgresiones contra los derechos de los niños/as, y la podemos considerar como un tipo de violencia que provoca la mayoría de las muertes infantiles del mundo.  

En América Latina y el Caribe, 70,5 millones de niños, niñas y adolescentes  viven en situación de pobreza, es decir 1 de cada 3 personas menores de 18 años es vulnerado y violentado en sus derechos. Por eso, ¿Podemos decir que en nuestro continente estamos en guerra provocada por el abandono y la indiferencia? Desde América Solidaria creemos que sí y la combatimos a diario, porque tenemos la convicción que todo ser humano tiene que ser respetado en su dignidad y reconocido en sus infinitas riquezas, en el presente.  Desde esa perspectiva,  trabajamos por los niños/as y jóvenes desde su condición de personas HOY, con derechos que deben ser cuidados AHORA. Ellos son el futuro de nuestro continente, pero sobre todo, son personas dignas de ser protegidas HOY.

Con nuestra campaña #PásatePelículas, buscamos iluminar la realidad que viven muchos niños/as y jóvenes en nuestro país y en nuestro continente. Queremos invitar a la sociedad americana a tomar conciencia y a generar cambios para que todas las personas podamos tener las mismas oportunidades y soñar por igual. Queremos pasarnos la película de que SÍ ES POSIBLE construir un continente más justo, equitativo, donde todos tengamos los mismos derechos en educación, vivienda, alimentación, entre varios más. Estamos conscientes que para lograr esto necesitamos una transformación social profunda que tiene que ser empujada por todos y todas. Un primer paso es conocer esta realidad, que está a la vuelta de la esquina, porque ignorarla sería sólo amplificarla. La discriminación y la indiferencia sólo nos llevan a retroceder como personas y país.

En Chile hemos avanzado enormemente en este camino, realizando  grandes progresos  como nación. El desarrollo económico y social ha crecido fuertemente, la pobreza ha disminuido a cerca de un 11% y, además, contamos con un sistema de protección social que promueve y garantiza derechos para las personas que viven en situación de pobreza y vulnerabilidad. Hoy en día, ya no vemos problemas de desnutrición infantil o falta de agua potable en la gran mayoría de nuestro territorio nacional. Pero a pesar de los avances, no podemos invisibilizar que en nuestro país 1 de cada 4 niños/as todavía vive en situación de pobreza.

En América Solidaria creemos que Chile y los países del continente podemos ser más justos y fraternos. Creemos en la inclusión de todos los seres humanos como personas dignas y valiosas. Por eso hoy, los invito a que tomemos conciencia de esta realidad mundial y de esta realidad país y que empecemos a  actuar diferente.  Porque la construcción de un Continente Americano más fraterno, justo y solidario, comienza por este cambio de mirada, un cambio personal y cultural.