México: Confirman "plenamente" que los 43 estudiantes fueron incinerados
En total, hay 99 detenidos por este caso, entre ellos el ex alcalde de Iguala José Luis Abarca y su esposa María de los Ángeles Moreno, considerados autores intelectuales de los hechos que desencadenaron la tragedia.
Las pruebas científicas y periciales confirman “a plenitud” que los 43 estudiantes desaparecidos en México el 26 de septiembre fueron asesinados e incinerados en un basurero del municipio de Cocula a manos de miembros del crimen organizado, dijo hoy el fiscal general Jesús Murillo.
A partir de 487 dictámenes periciales, 386 declaraciones y dos reconstrucciones de hechos, Murillo confirmó que “ha quedado acreditado” de un modo “contundente” que los jóvenes fueron privados de la libertad por policías de Iguala y asesinados, incinerados y arrojados al río San Juan por los criminales.
Esta información fue proporcionada en una conferencia de prensa en la capital mexicana un día después de que se cumplieran cuatro meses de la desaparición de los estudiantes y miles de personas marcharan exigiendo justicia y verdad.
Murillo dijo que los normalistas “fueron muertos en las circunstancias descritas” por los detenidos, ya que las pruebas periciales confirman que fueron quemados en una hoguera que alcanzó los 1.600 grados centígrados, gracias a la combustión de llantas, leña y a la orografía del terreno, de unos 40 metros de profundidad.
El fuego de más de 12 horas hizo que la mayoría de los miles de restos que fueron hallados en bolsas de basura junto al río y en el lugar de la hoguera quedaran tan dañados que no se les puede extraer los datos genéticos para su identificación.
Antes de ser incinerados, los estudiantes que llegaron vivos al basurero fueron asesinados -entre 15 y 18 murieron asfixiados-, ya que los dirigentes de Guerreros Unidos creyeron que en el grupo había infiltrados del cartel rival de Los Rojos. En el basurero se encontraron casquillos de bala.
En total, hay 99 detenidos por este caso, entre ellos el ex alcalde de Iguala José Luis Abarca y esposa María de los Ángeles Moreno, considerados autores intelectuales de los hechos que desencadenaron la tragedia y operadores de Guerreros Unidos.