Un San Valentín entre rejas
Más de un centenar de jóvenes, pasarán el día del amor encarcelados, por protestar por el amor libre y y la libertad de asociación y expresión en la India.
Cientos de jóvenes indios celebrarán San Valentín entre rejas tras ser detenidos hoy por manifestarse contra un partido religioso que amenazó con casar a las parejas que descubriesen cometiendo “actos indecentes” en Nueva Delhi en el día de los enamorados, una celebración que considera foránea.
Poco podía imaginar el partido político conservador Akhil Bhart Hindu Mahasabha, que considera indecente pasear de la mano o besarse en público, que cientos de universitarios desafiarían su llamamiento a enseñar la “verdadera definición del amor” ofreciéndose voluntarios para una boda en masa frente a su sede.
Así lo hicieron, pero la manifestación fue efímera, caótica y los casamientos acabaron frustrados por la acción de la Policía.
Un centenar de jóvenes portando pancartas que pedían el amor libre y la libertad de asociación y expresión superaron por la fuerza las barreras policiales que protegían la calle de la sede de la organización hindú.
Tras este éxito inicial y ya frente al cuartel general del Hindu Mahasabha, la Policía comenzó a detener a los manifestantes y a meterlos en un autobús, entre escenas de caos, con los jóvenes corriendo y los agentes de la ley tras ellos.
Los agentes dividieron su trabajo y los policías masculinos detuvieron a los varones y oficiales femeninas a las chicas.
Los jóvenes, sin embargo, no pararon su fiesta y en el interior del autobús continuaron cantando eslóganes.
Cuando parecía que todo había terminado, un segundo grupo hizo su aparición y se volvieron a vivir escenas de caos con su detención.
Después, un tercer batallón de voluntarios para casarse, formado por mujeres, trataron de llegar a la sede de la formación conservadora, que también fue arrestado y llevado a una comisaria.
“La Policía nos ha arrestado porque nos hemos reunido para protestar contra el Akhil Bhart Hindu Mahasabha y otras organizaciones hindúes que creen que pueden ejercer de guardianes de la moralidad y que pueden restringir el derecho de la gente a amarse libremente”, dijo a Efe desde el interior de uno de los autobuses Pradeeb Ali, uno de los manifestantes detenidos.
Om Ji, portavoz del Hindu Mahasabha vestido de naranja, el color del hinduismo, tocado con una larga melena, espesa barba y numerosos amuletos colgando de su cuello, explicó a Efe que su organización no está en contra del amor.
“No somos enemigos del amor. Estamos en contra del amor equivocado. Solo queremos explicar el verdadero amor a los jóvenes”, afirmó Ji, cuyo partido juega un papel marginal en la India.
La peculiar protesta se organizó a través de Facebook después de que el Hindu Mahasabha anunciase que desplegaría a 45 voluntarios por parques, centros comerciales y restaurantes de la capital para enseñarles qué es el amor y persuadirles de que se casaran con rosas blancas en el día de San Valentín.
Varias organizaciones universitarias decidieron facilitar el trabajo a la formación de derechas.
“Ya que el Hindu Mahasabha ha tenido esta maravilloso y generoso plan sentimos que lo menos que podemos hacer es facilitar sus planes”, escribió el organizador de la protesta Vidhyalakshmi Kumari en Facebook.
“Pedimos a todos los amantes que se reúnan frente a las oficinas del Hindu Mahasabha para celebrar el más épico matrimonio en masa que Delhi nunca verá”, indicó Kumari.
San Valentín es polémico en la India, al menos para los grupos religiosos que consideran que se trata de un práctica que no forma parte de la cultura hindú y en el pasado se han registrado incidentes en esta fecha, aunque esta celebración parece del gusto de buena parte de la sociedad urbana india.
Los roces entre los jóvenes más modernos y sectores más conservadores de la sociedad no son raros en la India, país muy estricto en cuanto al comportamiento público de las parejas y a la moral familiar; no es frecuente ver en las calles de una ciudad india a una pareja cogida de la mano y aún menos besándose.
El ataque de radicales hindúes en noviembre a un café donde supuestamente había parejas coqueteando en la localidad de Kozhikode de Kerala provocó la celebración de la protesta “Beso del amor”, que se extendió en las semanas siguientes a otras zonas de la India.