¿Cómo desconectarse de la pega cuando llegas a tu casa?

Cierto, estamos en febrero y quizás vienes recién llegando de tus vacaciones. Pero estos días de trabajo ya se sienten como mil, y te descubres a ti mismo mirando el calendario y preguntándote cuándo es el próximo feriado. 

Tranquilo. Si ya estás pensando que no lograste la tan ansiada desconexión en el verano, te dejamos estos consejos para lograrlo en tu propia casa.

Cada cosa en su sitio. ¿Cómo vas a liberar tu mente si, al llegar a casa, encuentras todos los papeles de tu estudio por ordenar o la cocina con los platos de los invitados de la cena de anoche? Busca recursos para mantener el orden: cajas, estantes, cajoneras y déjate ayudar por unos buenos electrodomésticos.

Luz cálida. Huye de la iluminación blanca y fría. Si quieres un ambiente acogedor, busca las nuevas bombillas retro o aprovecha las pantallas de las lámparas de sobremesa. Lo mejor: repartir varios puntos de luz en el ambiente.

Cierra la terraza o crea en ella un rincón acogedor. Todo depende de la zona donde vivas. Si es fría o transitada, vale la pena un cierre acristalado y ganar metros. Así conseguirás un rincón acogedor y con vistas. Si tienes el privilegio de vivir en una zona cálida, amuebla la terraza con piezas que se adapten a los metros y sácale partido.

Cocina abierta. Las cosas en la decoración han cambiado. La cocina ya no es ese sitio “escondido” donde no entran los invitados. Hoy la cocina se abre a los amigos mientras cocina el anfitrión. Allí se toma la primera copa, el aperitivo e incluso se come.

Enciende la llama. Esta clave tendría que ser la número uno, pero no queremos que tu casa se convierta en un santuario. Ten encendidas algunas velas en el salón o, si te tomas un baño, cerca de la bañera. Y sobre todo, no te olvides de colocar velas en la mesa. Cada noche parecerá que tienes una cena especial.

Casa abierta al paisaje. Aprovecha la luz… ¡La luz es vida! Usa cortinas muy livianas de algodón o lino blanco para tamizar mejor la luz. Si el día es espectacular, corre las cortinas y deja que entre la luz natural.

Olvídate de la tele. O mira solo lo que te interesa. Lee, escucha música… Las noticias a cualquier hora encrespan y evitan la relajación (por no hablar de la comunicación con la pareja).

Descansa bien. Dormir bien forma parte de la desconeción. Busca colores neutros en el mobiliario, tejidos naturales en la cama, temperatura entre 18-20 grados y un colchón adecuado a tu peso y tu manera de dormir: si te mueves o no, debes elegir un colchón diferente.

Personaliza las paredes. Cuelga lo que te gusta. Tus aficiones, mensajes que te levanten el ánimo, fotografía, colecciones. Es importante que lo que veas en la pared te reconforte y te haga sentir bien.

Crea tu pequeño gimnasio. No te pienses que te vamos a decir que te montes un “gym” completo en la casa (salvo que tengas el espacio). Basta una bici o una elíptica. ¿Ocupa mucho? Unas pesas, una cuerda de saltar y un elástico son suficientes.