Le cortó el teléfono al Papa no una… si no dos veces
Hace tiempo, un ciudadano italiano escribió una carta a Mario Bergoglio contándole sobre su enfermedad. Nunca pensó que el sumo pontífice lo llamaría de vuelta.
“Ni aunque me lo pida el Papa” es una expresión generalmente usada a la ligera. Sin embargo el italiano Franco Rabuffi tuvo que enfrentarse a una situación especial, debido a la buena voluntad del Papa Francisco.
Resulta que el máximo pontífice, según L’Osservatore Romano, llamó a Rabuffi para preguntarle cómo estaba de su salud. Es más: en los círculos más altos de la curia, esta técnica de Mario Bergoglio es considerada “telemarketing papal”.
Rabuffi no le creyó. Y le cortó. Y no una sino… ¡Dos veces!
A la tercera llamada terminó por creer que no era una broma. “Me quedé sin palabras…”, aseguró el italiano.
El Papa incluso los invitó a Rabuffi y a su esposa para poderlos abrazar en persona en una audiencia general.
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