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Actualizado el 25 de Noviembre de 2020

Ni un colombiano más

El panorama desolador solo vislumbra algunas luces de esperanza cuando vemos manifestaciones de jóvenes y sociedad civil que promueven unidad en escenarios físicos y virtuales como el llamado #NiUnSoldadoMas, iniciativa ciudadana que pretende levantar su voz en medio de la gran desinformación y desconocimiento acerca de lo que en verdad se está negociando en Cuba, o lo que dejan conocer.

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Tania López es Secretaria General Red Latinoamericana de Jóvenes por la Democracia.

Colombia a diario vive atentados en contra de la población civil, en contra de las infraestructuras económicas, educativas y viales e infracciones al Derecho Internacional Humanitario. Se siguen reclutando niños para la guerra, se usa a la mujer como arma y aun no entregan los mapas de los campos minados. El desplazamiento forzoso es una constante que crea cinturones de pobreza en las periferias de las grandes capitales y ello trae consigo una mayor desigualdad, inseguridad, desempleo, falta de oportunidades; en suma nuevas espirales y ciclos de violencia.

Hace poco escuchamos acerca de la vil masacre perpetrada por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia -FARC- dejando 11 soldados profesionales muertos y 24 heridos en el municipio de Buenos Aires, en el norte del Departamento del Cauca. El atentado ocurrió la medianoche del martes 14 de abril cuando los uniformados dormían en el polideportivo. Esta situación ha conmocionado al país y ha suscitado múltiples marchas, protestas y manifestaciones de todo tipo que sólo son el reflejo de la indignación y hastío del pueblo colombiano por causa de las víctimas que siguen cobrando una guerra injusta, una guerra sin sentido.

Uno de los acontecimientos más relevantes producto del dolor de patria fue el abucheo que le dieron al Presidente Santos el pasado domingo 19 de abril en la Carrera de los Héroes 10K, actividad deportiva que busca homenajear soldados y policías caídos durante más de medio siglo de conflicto armado interno.

El repudio y rechazo a la asistencia del primer mandatario en la carrera, fue producto de la orden dada por Juan Manuel Santos de cesar los bombardeos a los campamentos de las FARC y que lastimosamente, ello conllevó una situación de indefensión contra nuestros militares que quedaron expuestos a condiciones hostiles y a una desventaja militar en la cual no se pudieron defender, al quedar sin apoyo aéreo en medio de los ataques irregulares.

Ahora bien, este nefasto suceso solamente nos recordó la escalada de terror que a diario vive Colombia, nos trajo a la mente que en medio de unas dilatadas negociaciones que buscan “la paz” a más de 2,244 kilómetros en La Habana, Cuba, diariamente en todo el territorio nacional se reportan atentados en contra de la población civil, en contra de las infraestructuras económicas, educativas y viales; infracciones al Derecho Internacional Humanitario, se siguen reclutando niños para la guerra, se usa a la mujer como arma de guerra y aun no entregan los mapas de los campos minados. El desplazamiento forzoso es una constante que crea cinturones de pobreza en las periferias de las grandes capitales y ello trae consigo una mayor desigualdad, inseguridad, desempleo, falta de oportunidades; en suma nuevas espirales y ciclos de violencia.

El panorama desolador solo vislumbra algunas luces de esperanza cuando vemos manifestaciones de jóvenes y sociedad civil que promueven unidad en escenarios físicos y virtuales como el llamado #NiUnSoldadoMas, iniciativa ciudadana que pretende levantar su voz en medio de la gran desinformación y desconocimiento acerca de lo que en verdad se está negociando en Cuba, o lo que dejan conocer.

El mensaje que este plantón dio a conocer es un llamado a la comunidad internacional de la realidad que sufre el país, el mensaje que no solamente los soldados están siendo víctimas de esta ola de terrorismo, también civiles como jóvenes, niños, familias completas, lo padecen. El acto simbólico de dejar rosas en el monumento a los héroes donde se encuentra la imagen del Libertador Simón Bolívar es un llamado SOS de buscar unión y solidaridad latinoamericana, de denunciar las injusticias y flagelos que vivimos como nación, de decir “Ni Un Colombiano Más”.

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