Científicos probarán su vacuna contra el Sida en 200 personas en 2016
Actualmente están produciendo los lotes clínicos que se administrarán a los voluntarios, así como diseñando los ensayos para su aprobación por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios.
El Instituto de Investigación del Sida (IrsiCaixa) comenzó a preparar los ensayos clínicos de su vacuna terapéutica contra el sida, que probará en un grupo de entre 150 y 200 voluntarios a partir del próximo año, informó hoy el centro.
La vacuna diseñada por investigadores de este instituto de Barcelona, que se ha demostrado eficaz en pruebas con animales, es la primera desarrollada en base a la respuesta inmunitaria que presenta un grupo reducido de personas capaces de controlar la infección por VIH sin tratamiento antirretroviral.
Según el centro, actualmente están produciendo los lotes clínicos que se administrarán a los voluntarios, así como diseñando los ensayos para su aprobación por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios.
La investigadora del IrsiCaixa Beatrix Mothe explicó que los tratamientos antirretrovirales actuales consiguen frenar la progresión de la infección por VIH, pero no pueden eliminar la totalidad de virus del organismo.
Por este motivo, la estrategia más realista para terminar con el VIH/sida pasa por el desarrollo de una vacuna efectiva, según Mothe, quien avanzó que los ensayos de fase I y II se iniciarán gracias a los buenos resultados obtenidos en las pruebas realizadas con ratones y macacos.
“Hemos estudiado en profundidad cómo se comporta el VIH en miles de personas infectadas y hemos aprendido cuál es la respuesta inmunitaria necesaria para controlar la replicación del virus en ausencia de tratamiento antirretroviral. Esta respuesta es la que hemos incorporado al diseño de nuestra vacuna HTI”, dijo Mothe.
Los médicos esperan poder iniciar los ensayos en humanos a lo largo de 2016. La primera fase durará un año y tendrá como objetivo testar la seguridad y la capacidad del candidato a vacunarse de inducir una respuesta inmunitaria fuerte y duradera.
La segunda fase tendrá una duración de entre un año y un año y medio y evaluará la eficacia de las vacunas para conseguir una cura funcional, que consiste en la capacidad de la vacuna de impedir que el virus rebrote tras la retirada de la medicación antirretroviral.