La cara violenta y desconocida del Budismo en Asia que sorprende al mundo
Una religión que cada vez gana más adeptos en el mundo, gracias a fundamentos que buscan la paz y el crecimiento espiritual, sin embargo esto es muy diferente en algunos países donde los templos budistas son el cuartel general de grupos que promueven la violencia racial.
La no violencia es uno de los preceptos del budismo, religión que en la actualidad se ha difundido por todo el mundo, donde sus seguidores siguen enseñanzas milenarias sustentadas fundamentalmente la paz.
Sin embargo, esto no es igual en todas partes, ya que algunos han utilizado la religión como plataforma para difundir violencia y racismo. Es el caso de Sri Lanka, país donde se promueven hostilidades contra otras religiones y etnias.
Se trata de un problema que ya ha comenzado a preocupar a las opinión pública internacional, con cada nuevo hecho de violencia que sale a la luz. Muchos apuntan a Bodu Sala Sena o la Fuerza del Poder Budista (BBS), como uno de los responsables del conflicto, organización cuyo responsable es un monje llamado corpulento, llamado Galagoda Aththe Gnanasara Thero.
En sus discursos rara vez aparece la palabra paz y asocia al budismo con términos raciales. “Este país le pertenece a los cingaleses, y hemos sido nosotros los que hemos construido esta civilización. La gente blanca es la que ha creado todos estos problemas“, dijo Gnanasara Thero a BBC Mundo.
Según él, su país fue destruido por los forasteros, refiriéndose a tamiles y musulmanes, quienes hoy son minoría ante los cingaleses. En este contexto afirma que “estamos tratando de volver al país de los cingaleses. Y vamos a pelear hasta que lo corrijamos“.
Pero no es un problema que queda solamente en lo religioso. Desde 2004 los monjes cingaleses cuentan con representación en el congreso. Además la sociedad de ese país ha tenido que presenciar varios hechos de violencia originados en estas ideas segregadoras que salen de los templos budistas.
Entre las acciones que han marcado la historia de ese país está la muerte del primer ministro Salomón Bandaranaike, en el año 1959, quien fue asesinado por un moje budista. Aunque éste no señaló el motivo del asesinato, se cree que fue porque -según él- los derechos de los cingaleses no estaban asegurados.
En la actualidad, se han reportado tomas de propiedades y empresas de los musulmanes en ese país, por monjes budistas, quienes acusan a sus dueños de cometer actos ilegales. En otro caso, los mismos monjes han protestado frente a un colegio, al cual se lo señaló de haber modificado exámenes en favor de alumnos musulmanes.
Si bien no han ocurrido eventos de violencia extrema, el clima en el país es de tensión, tomando en cuenta que hace un tiempo tres monjes murieron en una protesta en un sector de mayoría musulmana.
Birmania
Un caso similar ocurre en Birmania, donde los musulmanes también son el objetivo del movimiento budista llamado “960”. Su líder, Shin Wirathu, recientemente fue invitado a Sri Lanka por BBS. Al ser consultado sobre los hechos de violencia declaró que “queremos proteger el budismo, por eso firmamos un acuerdo de entendimiento para formar con ellos una alianza en la región de Asia“.
Sin embargo el nuevo gobierno de ese país ha señalado que realizará acciones concretas para acabar con estas acciones de sesgo racista que han sido impulsadas por los monjes que no quieren un Estado Islámico en Asia.