Rio de Janeiro prohíbe el ingreso de niños afroamericanos a las playas Ipanema y Copacabana

La gobernación de Rio de Janeiro vetó el ingreso de niños provenientes de los suburbios de la zona norte, la más pobre de la ciudad, puedan ingresas a las playas de Ipanema y Copacabana.

Esta determinación se hizo efectiva el pasado fin de semana, cuando la policía militar impidió que 160 jóvenes afroamericanos, quienes viajaban en micros, pudieran tocar la arena, argumentando que buscan poner fin a los robos en grupo, una práctica que ya es común en los balnearios locales. Sin embargo, esto dejó al descubierto el racismo de las instituciones de orden.

“La policía solo puede detener a un adolescente si lo encuentra cometiendo un delito o si tiene una orden judicial fundamentada”, afirmó a El País la defensora pública Eufrasia Souza das Virgens, quien abrió un proceso contra el Estado por daños morales.

Sin embargo, el gobernador Fernando Pezão argumentó que “la inteligencia de la policía ha mapeado ese movimiento de menores desde su embarque en los autobuses. ¿Cuántos asaltos han practicado esos menores? No digo que sean todos los que estaban ahí (en los autobuses), pero son muchos de ellos, que ya habían sido detenidos más de cinco, ocho, diez o 15 veces”.

Los asaltos en grupo en lugares públicos concurridos son llamados arrastões y pone en peligro la imagen de seguridad en las playas más famosas del mundo en la antesala de los Juegos Olímpicos de 2016.

Por su parte, el Secretario de Seguridad Pública, José Mariano Beltrame, argumentó que “la policía hizo un trabajo de prevención, pero hay que contarle a la gente la situación de vulnerabilidad en la que estaban estos jóvenes. No se habla de racismo, no queremos decir que esos chicos iban a delinquir. La cuestión es que la libertad de ir y venir exige deberes. Estaban en el autobús sin haber pagado el billete. Uno sale de su casa que está a kilómetros de distancia sin comer y sin dinero. ¿Cómo pretende volver?”.