Jorge Said, el periodista chileno que estuvo en Siria: “Cuando se jugaba el mundial, todos los guerrilleros gritaban por la Roja”
El reportero lleva casi siete años viajando por los lugares más conflictivos del mundo. En Siria, sobrevivió a un ataque del Estado Islámico y a un atentado en un campo de refugiados. Sus vivencias quedaron registradas en la serie documental "Reporter", cuyo capítulo adelanto llamado "Siria en primera persona", se estrenará este sábado a las 20:00 horas en Chilevisón.
Desde 2009 cuando comenzó con sus “diarios de viaje”, el periodista chileno Jorge Said no ha parado de visitar los lugares más riesgosos del mundo con su cámara en mano. Su misión: retratar las realidades que los medios de prensa convencionales a veces no captan, ya sea por los peligros que implica estar ahí en la “boca de los lobos”, o por la distorsión que sufre la verdad cuando pasa por los filtros de las grandes agencias.
Said se ha convertido en un periodista errante y testigo directo de gran parte de los conflictos mundiales que han ocurrido en los últimos tiempos: las revueltas en Egipto; la crisis en Ucrania y la invasión de Crimea; y los bombardeos a la franja de Gaza, entre otros. En total ha viajado por más de 70 países en zonas de conflicto. Su experiencia quedó registrada y será exhibida en una serie documental llamada “Reporter”, el “diario de viaje” de sus experiencias.
Este sábado a las 20:00 horas, Chilevisión exhibirá un capítulo adelanto de esta producción con un programa que cobra especial relevancia por los sucesos que han ocurrido durante estas semanas relacionados al Estado Islámico. Se trata del episodio sobre su visita a Siria, donde el periodista tuvo un enfrentamiento con ISIS.
En conversación con El Dínamo, Said nos cuenta los momentos más crudos de su visita a un país quebrado por los enfrentamientos entre el Estado Islámico, el gobierno de Al Assad, Al Qaeda y el Frente Islámico.
“Yo sabia que era el lugar mas peligroso del mundo para las periodistas, eso lo tenia muy claro. Pero también tenia muy claro que no estábamos recibiendo información. Toda la información que se maneja en los medios en Francia con los que trabajaba, y en EE. UU., como también la de los medios chilenos, estaba completamente controlada por las grandes agencias y manipulada, porque no cuentan toda la verdad. Están con muchos filtros que son impuestos por los gobiernos”, dice,
“La misión es que yo quería ir a ver qué está pasando con los niños y las famiias al interior de Siria. En qué condiciones están, si es que los están bombardeando. Y saber cuál era el rol que estaban jugando los grupos armados, como Al Qaeda y el Estado Islámico”, explica Said.
Con cámara en mano y después de pensarlo muy bien, el periodista ingresó a Siria por la frontera de Turquía. Sus acompañantes quedaron a medio camino por portar pasaportes falsos. Entonces, completamente solo, empezó a caminar sin saber qué le iba a pasar.
Said cuenta que en su trayecto, donde pudo apreciar el estado de caos en el que está el país, se encontró con un grupo del Frente Islámico, un movimiento guerrillero que agrupó a varias facciones de los rebeldes que luchaban contra el gobierno de Al Assad durante la Guerra Civil Siria, y que ahora tienen como gran enemigo a ISIS, a quienes combaten día a día. En este afán por derrotar a ISIS y defender a los refugiados sirios de los embates de ese grupo terrorista, han hecho nexos con otra organización afín al terrorismo: Al Qaeda.
El Frente Islámico acogió a Said, quien pudo compartir con ellos durante algunos meses. “Ellos se identificaban conmigo y con los sudamericanos en general. Bromeaban un poco con eso, me decían Che Guevara, porque para ellos nosotros somos del sur, el patio trasero de Estados Unidos y sufrimos los mismos problemas que ellos”, cuenta.
Y agrega: “De hecho, la primera vez que entré a Siria se estaba jugando el mundial y todos los guerrilleros gritaban por Chile. Era una situación muy extraña, porque ves a los tipos que se estaban matando durante el día y en la noche agarraban unos televisores con batería, no sé como sacaban la energía, pero ahí los tenían prendidos. Y estaban viendo los partidos de Chile”.
Cara a cara con ISIS
En Siria, el único factor común entre el gobierno de Al Assad y los rebeldes, enemigos entre si desde la guerra civil, es su aversión a ISIS. Los terroristas responsables del atentado en Francia no discriminan y arrollan con todo lo que encuentran a su paso. Y Said vivió dos situaciones límites en las que pudo morir por ataques del Estado Islámico.
La primera fue cuando entrevistaba a miembros del Frente Islámico, y el gobierno sirio inició un bombardeo que los obligó a refugiarse en una casa de seguridad. Fue en este lugar donde sufrieron una emboscada de ISIS. “Venían por atrás, por los lados y en camionetas a 120, 150 e incluso 200 km por hora. Y pasaban y pasaban. Y era terrible, porque es gente extremadamente habilidosa para pelear. Los ejércitos estadounidenses e iraquíes tienen miedo de enfrentarlos, porque a estos tipos no les importa nada, ni siquiera sus vidas. Se lanzan nomás, son kamikazes y muy bien entrenados”, cuenta Said.
“Nos empezaron a disparar por los lados. Los del Frente Islámico y Al Qaeda tienen vigías en todas partes y pelean bien también, son la misma cosa. Pero nos avisaron que los de ISIS se iban a poner pesados, porque estaban sacando los morteros, entonces había que arrancar. Salimos arrancado en camioneta pero yo no sabía si me llevaban a la frontera o si me iban a entregar. Porque yo cuesto plata. Me podían entregar a un grupo para que me secuestrara, podía ser ISIS o también un grupo de criminales cualquiera que quisiera sacar 70 millones de pesos, o lo que sea. En ese momento tenia el corazón que se me salía. Pensaba: estos tipos me están yendo a vender. Y los escuchaba hablar por teléfono, y estaba completamente angustiado”, cuenta Said. Por suerte, esa vez no le pasó nada.
El relato de la segunda oportunidad en la que pudo ser asesinado por ISIS es crudo y triste: “Yo estuve en un campo de refugiados y solía llevarle chocolate a los niños. Porque yo trabajaba un poco con gente de Kuwait, que tenían unas fundaciones humanitarias. Y les llevaba regalos, cosas de Disney para que se entretuvieran, etc. Entonces me hice amigo de los niños, les hice fotos, compartí con ellos en lo poco que uno puede estar con los refugiados. Uno no puede estar más de una hora ahí, porque en cualquier momento pueden atacar los del Estado Islámico. Entonces uno tiene que ir con guardaespaldas por todos lados”.
“Cuando me fui del campo de refugiados, me llamaron de Naciones Unidas y la gente de la Agencia Turca. Y me dijeron: ‘¿Jorge, donde estás?’. ‘Estamos demasiado preocupados por ti’. Y resultaba que muy poco después de que me había ido del campamento, habían tirado un coche bomba al mismo lugar donde yo había estado. Y mataron a 69 civiles, entre ellos 39 niños. Eso me descompuso por semanas. Porque muchos de esos niños yo los conocía, muchos de ellos son parte de la exposición de fotografía que estoy preparando. Fue muy duro saber que esos niños tan bonitos estaban muertos”, cuenta.
Parte del ímpetu de la serie documental de Said, es justamente ayudar a que exista más consciencia sobre el sufrimiento humano en estos lugares, en los que la muerte de cientos de civiles día a día impresiona cada vez menos y pareciera ser tan rutinario e impersonal como el cambio en el precio del dólar. “Yo nunca había visto una desproporción tan grande en los medios para tratar a la gente como personas de primera, de segunda, de tercera y de cuarta categoría. En primera categoría está un norteamericano, que vale mucho más que un latinoamericano. En segunda categoría están los europeos. Y luego, todo lo que son los árabes, están en la ultima categoría”, dice Said.
“Dos días antes de los atentados en Paris, en Beirut reventó un atentado suicida en el mercado donde murieron cuarenta y tantas personas y nadie dijo nada. No importa que un tipo vaya y se reviente y mate a toda esta gente. Porque era en Libano”, dice. “El New York Times ha demostrado que casi 80 porciento de los drones disparan en blancos errados destruyendo hospitales y escuelas y matando a civiles. Pero a nadie le importa”.
Pero a Said si que le importa. De hecho, después del estreno de su serie y de alistar una exposición fotográfica, el periodista piensa en volver a las zonas de conflicto en 2o16. Porque desde que inició su proyecto, Said escogió mostrar lo que nadie quiere ver. La cámara es su arma. Y la consciencia de los espectadores su objetivo.