Así operan los Caballeros del Aire, la banda de tráfico sexual más temida
Nacida en una universidad, la banda partió como organización benéfica y se transformó en un reducto de violencia.
En 2015, la prestigiosa BBC tuvo acceso a una investigación a un grupo nigeriano que se dedicaba a la explotación sexual, esto gracias a Mossos D’Esquadra, integrante de la policía catalana. D’Esquadra debió conversar con traficantes de personas y mujeres rescatadas de la esclavitud sexual. Lo último que descubrió fue que la banda utiliza Londres como puerta de entrada hacia Europa.
Son las 8 de la mañana en los cuarteles de la Policía catalana, ubicados en Barcelona. En ese lugar, Xavi Cortés, a cargo de la unidad anti tráfico, espera con paciencia hasta que sus 22 equipos estén bien posicionados. En ese momento, da la orden.
Doscientos cincuenta oficiales salen de sus furgones de policía, dirigidos hacia edificios residenciales ante la sorpresa de los vecinos.
Al tocar la puerta, uno de los policías utiliza los dedos para contar. Tres, dos, uno, se derriba la puerta, y los policías entran uno a uno.
Tras la redada, se resolvió que se debía arrestar a los líderes de la red de tráfico sexual, que lleva el nombre de “Supreme Eiye Confraternity” o Los Caballeros del Aire. A raíz de la investigación, 23 personas están tras las rejas, y el resto, que arrancó, tienen orden de arresto internacional.
La operación duró un año y medio para planearla e incluir el monitoreo en diversas formas: supervisar llamadas telefónicas, revisar teléfonos inteligentes y, sobre todo, mucha vigilancia.
Cortés y su equipo lograron dar con la banda en 2011, mientras investigaban una red de falsificación. Allí se dieron cuenta de que tras ella operaba una banda de tráfico de personas y drogas.
En la pantalla de su equipo, Xavi cuenta con un mapa que detalla todas las ubicaciones donde han identificado a miembros de la SEC. Las ciudades marcadas están en Europa, África, América, Medio Oriente y Asia.
Eiye, en el idioma que más se habla en la parte sudoeste de Nigeria, significa “ave”. La insignia del grupo es un águila, y cada ciudad que posee miembros es un “nido”, siendo el principal Ibadan, a unos cien kilómetros al noreste de la capital de Nigeria.
La banda nació en la Universidad de Ibadan en los años setenta, y su intención inicial era realizar una contribución a la sociedad. Sin embargo, con el tiempo sus participantes se volvieron violentos tanto en su país como fuera de él.
En la actualidad, se dedican a la trata de personas y de narcóticos (cocaína y marihuana) y además, falsifica pasaportes. Según Cortés, “logran ganar dinero de tantas formas, pero a nosotros nos interesan las víctimas”.
Alex Escola, el segundo al mando luego de Cortés, comenta respecto de las costumbres de este grupo “El 7 de julio pasado, alrededor de 400 miembros del SEC se juntaron en Génova. Allí tuvieron una reunión, todos juntos. Un despliegue de arrogantes”.
Destiny, que tenía 19 años cuando la llevaron a España en el contexto del tráfico de personas, contactó a la banda, pero nunca imaginó que se convertiría en una esclava sexual. Una vez reclutadas, las víctimas son llevadas a Lagos o al norte de Nigeria por hombres denominados “coyotes”.
A las mujeres se les impone una meta de 500 euros (unos US$550) la noche para no tener problemas con su superior, la madama. En contraste, los turistas que requieren sus servicios no pagan más de 20 euros por tener sexo, así que lograr esa cantidad es casi imposible. Después de una noche de trabajo, las chicas regresan a casa y dividen sus ingresos en tres.Si no ganan lo suficiente o rehúsan trabajar, las madamas las golpean.