Siete millones de personas corren riesgo por terremotos fabricados en EE.UU.
Así lo consignó un estudio del Servicio Geológico del país norteamericano sobre sismos inducidos. No, no es una teoría reptiliana estilo Salfate.
No se trata de HAARP ni de alguna teoría conspirativa. Los terremotos inducidos existen. Así lo consignó un estudio del Servicio Geológico de EE. UU. La publicación incluye un mapa con los riesgos a los que está expuesta la población estadounidense por terremotos tanto naturales como “fabricados por el hombre”.
Estos últimos se provocan por la fracturación hidráulica o fracking, una técnica ocupada por las empresas petroleras o de gas desde a fines de los años 40′. Este complicado método consiste en hacer una perforación al subsuelo con una suerte de tubo de cientos de metros por el cual se introduce agua a presión y se logra romper las rocas y extraer hidrocarburos. (Más información de cómo funciona el mecanismo acá).
El proceso puede lograr que se mueva la tierra. Y ha provocado sismos de hasta 5.6 grados, como el caso de Oklahoma, según el Servicio Geológico de EE. UU. Aunque los científicos dicen no saber si existe un límite máximo en la magnitud de este tipo de sismos. Según el último estudio, siete millones de personas que viven en Oklahoma, Kansas, Texas, Arkansas, Colorado, Nuevo México, Ohio y Alabama podrían verse afectadas por estas sacudidas de tierra.
Esto podría significar millonarias pérdidas económicas y de vidas humanas. Curiosamente ocasionadas por empresas que buscan obtener más riquezas.