La impensada propina que recibió una mesera para poder costear sus estudios
“Lo máximo que me habían dejado de propina había sido 35 dólares”, afirmó sorprendida.
Alexa Palmer de 18 años, era una de las tantas jóvenes que comenzó a trabajar para poder costear sus estudios universitarios. Es así como consiguió un trabajo de mesera en un restaurant de comida italiana en Texas, Estados Unidos.
Sin embargo su vida dio un giro inesperado. La joven estaba trabajando un día cualquiera cuando unos interesados clientes comenzaron a preguntarle por qué estaba ahí, a lo que ella respondió que lo hacía para poder pagar sus estudios.
Lo que ella no esperaba es que otro hombre que se encontraba en el local escuchó toda la conversación que sostuvo. Sin hacer mayor alboroto, pagó su cuenta tranquilamente y luego se retiró del lugar.
Horas más tarde, el jefe de Alesha la llamó y le mostró la boleta de aquel misterioso cliente. Fue ahí cuando ella no podía creer lo que veía: pese a que solo debía cancelar diez dólares, el generoso hombre le dejó mil dólares de propina para que pudiera estudiar tranquila y así dejar de trabajar.
“Lo máximo que me habían dejado de propina había sido 35 dólares”, afirmó sorprendida.