Papa Francisco: obispos que omitan casos de abusos sexuales contra menores podrán ser destituidos
Esta reforma entrará en vigor a partir del 5 de septiembre, una vez sea publicada en la gaceta oficial de la Santa Sede, "L'Osservatore Romano".
El Papa Francisco está tomando serias decisiones respecto a los casos de abuso sexual contra menores que han salpicado a la Iglesia Católica en los últimos años. Es por eso que reforzó las normas en cuanto a este tema y a través de un documento papal aseguró que los obispos podrán ser destituidos de su cargo si han actuado de modo negligente o han omitido acciones al respecto.
Así, sostuvo que a través de este documento se busca aclarar “entre las denominadas causas graves se incluye la negligencia de los obispos en el ejercicio de sus funciones, sobre todo en relación con los casos de abusos sexuales a menores y adultos vulnerables”.
Este documento papal o también llamado “motu proprio” consta de cinco artículos y en el primero de ellos se consigna que quienes tengan responsabilidad en la Iglesia “pueden ser legítimamente retirados de su cargo si, por negligencia, haya puesto u omitido acciones que hayan provocado daños a otros”.
Los daños a los que se refiere, precisan que pueden referirse a personas físicas o a la propia comunidad y el perjuicio podrá ser “físico, moral, espiritual o patrimonial”. El obispo, ante esto, podrá ser retirado únicamente si ha fallado objetivamente de manera “muy grave” a sus responsabilidades pero, en el caso de que se trate de abuso a menores, “es suficiente que el fallo sea ‘grave'”.
Si el obispo llegase a ser suspendido, la Congregación tendrá dos opciones “en base a las circunstancias del caso”: expulsarlo “en el tiempo más breve posible” o invitarle “fraternalmente” a presentar su renuncia. Respecto a este último, el religioso tendrá quince días para renunciar a su cargo y, si no se pronuncia en dicho plazo, se emitirá el decreto de suspensión. Sin embargo, la decisión final siempre estará en manos del Sumo Pontífice.
El Papa señaló en el documento que la Iglesia ama a todos sus hijos pero “cura y protege con un afecto muy particular a los pequeños e indefensos”, como los niños o los adultos vulnerables.
Esta reforma entrará en vigor a partir del 5 de septiembre, una vez sea publicada en la gaceta oficial de la Santa Sede, “L’Osservatore Romano”.
