La delirante columna de José Piñera donde asegura que Clinton es su fan
El economista chileno culpa a Monica Lewinsky como la razón por la que no pudo copiar el sistema de pensiones chilenos y que "al igual que en una tragedia griega", Clinton no estuvo dispuesto "a sacrificar los placeres terrenales por un legado duradero".
José Piñera continúa adelante con su ofensiva para defender el cuestionado sistema de AFP que él mismo creó en medio de una dictadura cívico-militar y que empezó a funcionar en 1981. Así fue que “volvió” a Chile -país de donde nunca se había ido- e hizo una performance en El Informante para disipar las críticas, logrando todo lo opuesto.
Por eso, el director de la revista Economía y Sociedad -reeditada por estos días para defender el modelo económico- decidió publicar una muy extensa columna en Reportajes de La Tercera donde no sólo elogió el sistema de pensiones, sino que aseguró que el ex presidente de Estados Unidos Bill Clinton es su fan y que siempre ha estado muy interesado en las AFP.
Piñera comienza relatando la historia de cómo Clinton comenzó a hacer circular un informe en la década de 1990 que analizaba la reforma chilena y que había sido producido por su equipo. Uno de esos lectores fue el ex gobernador de Colorado Richard Lamm, a quien Piñera visitó para saber por qué el ex presidente estadounidense se había interesado en las AFP chilenas.
“Con Lamm compartimos un café en la terraza de su casa, en Denver. No sólo fue el anfitrión más amable para este curioso chileno, sino también demostró estar profundamente motivado por el tema del envejecimiento y el futuro de Estados Unidos. Tuvimos entonces una intensa conversación“, explica José Piñera en la columna y dice que pidió una copia del informe que Clinton le había entregado.
Piñera también cuenta que un periodista de Newsweek escribió un reportaje titulado “¿Si Chile puede hacerlo… no podría (Norte) América privatizar su sistema de seguridad social?” tres semanas antes del repentino interés de Clinton por su sistema de pensiones.
Piñera cuenta que tras concluir su doctorado en ese país en los 70, regresó a Chile a colaborar con la economía de libre mercado que la dictadura estaba implantando y en la cual fue ministro del Trabajo. Su análisis es que el “gran éxito” de la economía chilena tuvo que ver con la importación de los “principios” de Estados Unidos a través de un grupo de economistas liberales, sin decir directamente que se trata de los Chicago Boys.
“Una vez que culminó exitosamente la transición a la democracia que habíamos diseñado en la Constitución de 1980, y una vez que hice todo lo posible para asegurar la estabilidad del modelo económico y las modernizaciones sociales, incluyendo mi propia campaña presidencial “educativa” de 1993, decidí dedicar mi vida a compartir el modelo chileno por el mundo“, dice José Piñera.
El modelo económico
El economista asegura que recibió felicitaciones del equipo económico de Clinton cuando conocieron el modelo económico y que el propio ex presidente en su mensaje sobre el Estado de la Unión, en enero de 1998, “advirtió sobre la próxima crisis de la seguridad social y llamó a un debate abierto sobre la necesidad de reformas”.
“Al escuchar el discurso en mi oficina del Instituto Cato en Washington comprendí que había llegado el momento. Tenía que llegar hasta el mismo Presidente. Conociendo la reputación de Clinton como un voraz lector, resolví escribirle una carta abierta al Presidente en un diario importante, donde él seguramente le prestaría atención”, explica en su columna.
Según relata, desde la Casa Blanca lo invitaron a exponer a una cumbre económica. “En sólo unos minutos tendría que explicar el sistema chileno de pensiones, sus fundamentos y su arquitectura de transición y explicar por qué una reforma como ésta tenía relevancia para Estados Unidos”, dice.
“Cada trabajador chileno tiene una cuenta personal de ahorro para la vejez, y yo también tengo una. El trabajador coloca su aporte mensual en su cuenta y puede saber en cualquier momento cuánto dinero tiene ahorrado y cuánto ha ganado por rentabilidad de sus fondos. Al acumular ahorros durante toda su vida laboral, los trabajadores pueden así beneficiarse de una de las fuerzas más poderosas del universo: la fuerza del interés compuesto”, relata sobre su discurso.
Según Piñera, se le dio la posibilidad a cada trabajador de permanecer en el antiguo sistema de reparto o trasladarse al nuevo sistema y que “el 90% de los trabajadores eligieron libremente el sistema de cuentas personales de ahorro, en lugar del sistema de reparto”.
En su exposición, el economista dijo: “Tengo enormes esperanzas en este país que tanto admiro y que tanto quiero. Y me gustaría que mi hijo, que nació en Boston y tiene un pasaporte estadounidense, si decidiera trabajar en Estados Unidos, también pudiera tener una cuenta de ahorro para su vejez”.
José Piñera dice que dos meses después de ese discurso, Clinton dijo “propongo una nueva iniciativa de pensiones para un retiro seguro en el siglo XXI. Propongo que usemos un poco más del 11% del superávit fiscal para establecer unas cuentas universales de ahorro (…) para a disfrutar de una jubilación más segura”.
Sin embargo, la idea no prosperó -asegura Piñera- porque justo ocurrió el escándalo de Monica Lewinsky, lo que “sepultó la posibilidad de esta reforma en ese momento”.
“Al igual que en una tragedia griega, el fracaso de Clinton para hacer una reforma a la seguridad social puede ser explicado en términos de una debilidad fatal. Bill Clinton era, sin duda, un político muy talentoso y un hombre de notable inteligencia, pero lamentablemente no era un estadista que estuviera dispuesto a sacrificar los placeres terrenales por un legado duradero. Esta gran reforma, que tanto necesita Estados Unidos, sigue pendiente”, finaliza.