Melania Trump: quién es, qué hizo y qué hará la nueva primera dama de Estados Unidos

Contra todo pronóstico, Donald Trump ganó las elecciones de Estados Unidos adjudicándose más de los 270 electores necesarios para llegar a la Casa Blanca y convertirse en el nuevo Presidente. Esto, transforma automáticamente a Melania Trump en la sucesora de Michelle Obama como Primera Dama.

Esta mujer de 46 años, de origen Eslovenio, que soñaba con hacer carrera en el mundo de la moda, hija de un comunista y sin estudios -solo cursó primer año de Arquitectura-, tendrá la labor de convertirse en la gestora y anfitriona de la Casa Blanca, un trabajo que no es remunerado y que tampoco posee obligaciones oficiales.

Tras comenzar su carrera de modelo en Milán y París, se mudó a Nueva York en 1996. Cinco años más tarde obtuvo la residencia permanente y en 2006 se naturalizó estadounidense. De hecho ese fue un momento de su vida que recordó, entre una gran ovación, en su polémico discurso de la Convención Republicana de Cleveland. En esa oportunidad, no se extendió sobre sus orígenes como inmigrante, pero sí recalcó los valores de esfuerzo y honestidad que le inculcaron sus padres.

Medios de Estados Unidos ya hablan que la esposa del multimillonario y próximo presidente de los Estados Unidos “puede decir que ha cumplido su sueño americano” y que “será una primera dama indudablemente atípica, la segunda nacida fuera de EE.UU. y una de las pocas exmodelos, pero sin embargo busca desempeñar el papel de la manera más tradicional posible”.

Su vida con Trump

“Los dos somos muy independientes. Yo le dejo ser quién es y él me deja ser quien soy. No intento cambiarlo, es un adulto. Él conoce las consecuencias. Yo le doy mi opinión muchas, muchas veces”, dijo. Es muy cuidadosa a la hora de hablar sobre su vida matrimonial con Trump, a quien conoció en una fiesta de la Semana de la Moda de Nueva York en 1998.

El presidente electo se deshace en flores hacia su esposa. La describe como una “madre impresionante, una mujer increíble”. De hecho, cuando partidarios al senador Ted Cruz usaron en un anuncio de campaña una foto desnuda de Melania en el año 2000 para la revista GQ, Trump montó en cólera y retuiteó un mensaje de un seguidor que comparaba una fotografía poco favorecedora de Heidi Cruz, con otra más agradecida de su esposa.

Qué hará

Melania será la encargada de elegir los menús, la intendencia y el personal… eso al menos era lo que se hacía antes de que Michelle Obama tomara el control. Porque el rol de la esposa del Presidente es algo formal, pero cada una ha logrado acomodar su rol a su medida con causas no controvertidas políticamente y habitualmente de corte social.

El título de Primera Dama tiene su propia plantilla: la secretaria social de la Casa Blanca, el jefe del personal, secretaria de prensa, jefe de diseño floral, jefe ejecutivo, etcétera, todo un universo de labores “encantadoramente tradicionales”.

Habrá que esperar para ver cuál será el estilo de Melania y mirar lo que ya se hizo. Por ejemplo, Jackie Kennedy siempre señaló que tenía que “cuidar del Presidente”. Se dedicó a redecorar la mansión presidencial y convertirla en un hogar agradable para su marido y sus hijos. Claudia Taylor, esposa de Lyndon B. Johnson, fue una de las más activas políticamente, centrándose en causas medioambientales. Patricia Nixon fomentó el servicio voluntario, o como ella lo llamaba: “el espíritu de la gente ayudando a la gente”. Su sucesora, Betty Ford destacó por la sensibilización del cáncer de mama y por ser una apasionada defensora de la igualdad de derechos entre hombres y mujeres.

Tal y como lo ha adelantado anteriormente, Melania Trump tomará algunas obras de carácter humanitario y de caridad para apoyar. Según indicó, se enfocará en “los más necesitados, sobre todo las mujeres y los niños” y, principalmente, en combatir el bullying online como parte de su trabajo como defensora de las mujeres y los niños.