La dramática historia tras el día internacional contra la violencia de género
En 1960, Minerva, Patria y María Teresa Mirabal fueron asesinadas en medio de su oposición a la dictadura de Rafael Trujillo, en República Dominicana. A 56 años del suceso, la hija de una de las mujeres aborda el legado de esa matanza.
A poco más de un mes de la multitudinaria marcha Ni Una Menos que se realizó en distintos países del mundo, este viernes se conmemorará el día contra la violencia de género a nivel internacional.
En 1999 la ONU declaró que el 25 de noviembre sería la fecha oficial para ello, pero lo cierto es que se venía haciendo muchos años antes. La causa: La cruel matanza contra tres hermanas de República Dominicana en 1960.
En esa época, Minera, Patricia y María Teresa Mirabal eran fuertes opositoras al régimen dictatorial de Rafael Trujillo, razón por la que fueron asesinadas a golpes por un escuadrón policial de ese país, quienes intentaron hacer pasar el hecho como un accidente automovilístico.
Desde ese entonces, la muerte de las tres hermanas Mirabal se convirtió en un símbolo de lucha contra la dictadura y aún más contra la violencia de género en Latinoamérica. A 56 años del suceso, Minou Tavárez Mirabal, hija de Minerva, analizó en El País el legado de la muerte de su madre y tías.
“Cuando asesinaron a mi madre yo tenía cuatro años. Y también me asesinaron la posibilidad de conocerla”, contó Minou y agregó: “Una sociedad no puede llamarse democrática si tolera que a las mujeres se las está maltratando y asesinando. Y eso se produce, además, con mayor frecuencia, en los espacios donde deben estar más protegidas, sus hogares, su entorno, con las personas con las que se relacionan”.
“Me siento orgullosa como hija, como mujer, como dominicana, de que la fecha del 25 de noviembre sirva para llevar adelante una campaña que es indispensable”, indicó. Sin embargo, expresó preocupación dado que “el tema se ha introducido en los discursos como lo políticamente correcto, pero al mismo tiempo puedes apreciar la indiferencia con la que los mismos actores que pronuncian discursos contra la violencia de género, por la igualdad y no discriminación, cada 25 de noviembre u 8 de marzo no creen en lo que están diciendo; no tienen ningún compromiso. Sólo un día no sirve. Tienen que ser todos”.