Barack Obama reveló el secreto que lo ayudó a sobrevivir durante ocho años en la Casa Blanca
Este 20 de enero, el presidente abandonará el lugar que lo albergó durante sus dos periodos como presidente para dar paso a la administración de Donald Trump.
Este 20 de enero, Barack Obama pone a fin a ocho años de gobierno en Estados Unidos. A pocas horas de abandonar la Casa Blanca, el mandatario concedió una entrevista a The New York Times donde reveló el secreto para “sobrevivir” a los momentos más duros de su administración.
Más allá de cómo enfrentó ciertos episodios, para el “hombre más poderoso del mundo” la clave estaba en qué elemento valioso lo acompañó durante esa gesta.
“En un tiempo donde los eventos se mueven tan rápidamente y hay tanta información”, la lectura le ofreció la oportunidad de “desacelerar y encontrar una perspectiva y la habilidad de ponerme en los zapatos de los otros”, indicó el presidente norteamericano en la publicación.
Reconoce, además, que no sabe si esto lo hizo “un mejor presidente”, pero sí “fueron invaluables. Pero lo que puedo decir es que me han permitido mantener el equilibrio durante ocho años“.
Dentro de sus lecturas favoritas, se pueden encontrar obras de Nelson Mandela, Abraham Lincoln, Martin Luther King y Gandhi. De hecho, aquellos libros que contaban la vida de estos grandes personajes de la historia, fueron vitales para Obama, sobre todo en los momentos “duros” y de “soledad”. “Así que a veces tienes que buscar en la historia para encontrar gente que también se ha sentido aislada, y eso ha sido útil”, añadió.
“Me encantaba leer cuando era un niño, en parte porque viajaba mucho, y había momentos en los que me desplazaban, y sería el extraño. Cuando me mudé a Indonesia, era el chico grande y de piel oscura que se destacaba. Y luego, cuando volví de Indonesia a Hawaii, tenía las costumbres y hábitos probablemente de un chico indonesio”, recordó, según publicó Infobae.
En ese sentido, agregó que “luego me convertí en un adolescente y no leía mucho más de lo que me asignaban en la escuela, y jugaba al baloncesto y perseguía niñas y bebía cosas que no eran muy saludables. Y entonces me encuentro redescubierto escribiendo y leyendo y pensando en mi primer o segundo año de universidad y lo usé como una manera de reconstruirme“.