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1 de Diciembre de 2020

La ley que criminaliza la publicación de imágenes de policías y que desata masivas protestas en Francia

El proyecto castigaría con penas de hasta un año de cárcel y el pago de 441 millones la difusión de fotos que permita identificar a los policías durante sus operaciones.

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ley de seguridad Francia ¿Quién nos protege del estado policial?", reclaman los franceses. Foto: @CMM_noticias
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Más de 500 mil personas salieron a las calles este fin de semana en distintas ciudades de Francia para protestar contra la llamada Ley de Seguridad Global, promovida por el presidente Emmanuel Macron, que criminalizaría la publicación de imágenes de policías.

Considerado por algunos como una ley mordaza, el proyecto prevé castigar con penas de hasta un año de cárcel y 45.000 euros de multa (más de $41 millones), la difusión de imágenes, fotos o de cualquier otro elemento audiovisual que permita identificar a los policías durante sus operaciones.

Sin embargo, miles de franceses llevan varios días de protestas, ya que consideran que la ley es un atropello a la libertad de información.

“Es peligroso para el derecho de la libre expresión. En Francia han habido muchos abusos de parte de la policía, y si hay registro es justamente gracias a las pruebas audiovisuales que hay. Me parece que es contradictorio que en el país de los derechos del hombre se intenten ingresar artículos que justamente atañen la libre información”, explica a EL DÍNAMO la periodista chilena Andrea Zambrano, quien trabaja como profesora en la Université Lyon 2.

Violentas protestas en París

“¿Quién nos protege del estado policial?”, “¿Policía difuminada, justicia cegada?” fueron parte de los  eslóganes que miles de manifestantes ocuparon este fin de semana en París, Burdeos, Toulouse, Lille, y una decena de ciudades francesas, para participar en las “marchas por la libertad”.

Paralelamente, grupos de manifestantes, vestidos de negro, prendieron fuego a la entrada del Banco de Francia, volcaron e incendiaron varios vehículos, y lanzaron piedras y palos a la policía, la que respondió con gases lacrimógenos.

El ministro del Interior, Gérald Darmanin, condenó “la violencia inaceptable contra las fuerzas del orden” y señaló en Twitter que 37 policías resultaron heridos en los enfrentamientos.

Registros como prueba contra los abusos

Los incidentes se produjeron en medio de las protestas contra el polémico artículo 24 de la Ley de Seguridad Global que busca prohibir la difusión “malintencionada” de imágenes “del rostro o de cualquier otro elemento de identificación de un agente”.

El proyecto que ya fue aprobado por la Asamblea Nacional, con 146 votos a favor y 24 en contra, deberá pasar al Senado para la votación.

Si bien el gobierno alega que pretende proteger a la policía de llamados al odio y amenazas de muerte en las redes sociales, sus detractores sostienen que muchos casos de violencia policial quedarían impunes si no hubieran sido grabados por las cámaras de periodistas o por los teléfonos de los ciudadanos.

“Muchos casos no se podrían resolver sin estos registros audiovisuales, porque se transforman en pruebas fehacientes. Siento que con la aparición de los chalecos amarillos, esto se desbordó y la violencia policial se está repitiendo desde hace algún tiempo”, agrega la periodista chilena radicada en Francia sobre la ley que prohibiría la difusión de imágenes de la policía.

“Acá se habla que la policía está pasando por una crisis institucional porque no hay recursos, y los policías están con exceso de trabajo y  el sueldo es bajo. Acá se habla de que hay que restructurar la policía nacional, mejorar los sueldos para que ellos puedan vivir mejor y sin tanta presión”, agrega Zambrano.

Casos de brutalidad policial

La discusión sobre la aprobación de la ley de seguridad que protegería las imágenes del actuar de los policías se da justo cuando los casos de violencia en Francia han aumentado.

Ayer, cuatro policías fueron inculpados y dos de ellos fueron encarcelados en medio de la investigación judicial por un caso de violencia que ha conmocionado a Francia.

Se trata de los policías que aparecen en un video divulgado la semana pasada, grabado por cámaras de seguridad, en donde se ve a los agentes golpeando al productor musical Michel Zecler, hecho que fue repudiado por el presidente Emmanuel Macron.

En el registro, se ve a los policías golpeando y pateando a Zecler, ya que al parecer no llevaba puesta la mascarilla contra el coronavirus. Los funcionarios policiales lanzaron desde el exterior una bomba de gas lacrimógeno al interior del estudio de música y golpearon al productor.

Zecler aseguró posteriormente que los agentes de seguridad usaron insultos racistas como “negro de mierda” y dejaron de golpearlo una vez que se dieron cuenta de que unos testigos estaban filmando el incidente.

Otro caso de brutalidad policial que ha tensionado al país europeo fue lo ocurrido el pasado 23 de noviembre, cuando las fuerzas del orden desmantelaron de manera violenta un campamento de migrantes ubicado en la Plaza de la República en París.

En los videos del incidente se observa cómo los policías utilizaron gases lacrimógenos y levantaron las carpas donde estaban durmiendo los inmigrantes -principalmente afganos- y los golpearon.

​”Algunas de las imágenes de la dispersión del campamento ilegal de inmigrantes en la Plaza de la República son impactantes”, declaró en su Twitter el ministro Darmanin. Más tarde, el Ministerio Público ordenó una investigación por la conducta violenta de dos policías hacia un migrante y un periodista.

En abril de este año, un hombre sospechoso de un robo se arrojó al río Sena, en Ile-Saint-Denis, a las afueras de París, en un intento de escapar de una persecución policial. En el video de la detención del sujeto, se puede escuchar cómo los efectivos policiales, entre risas, lo llaman “bicot”, un insulto racista derivado de la contracción de la palabra albaricoque.

Según The Economist, durante 2019, año que estuvo marcado por las violentas protestas del movimiento de chalecos amarillos, hubo 868 investigaciones oficiales sobre violencia policial, frente a las 612 del año anterior.

En el marco de esas protestas que ya alarmaban el año pasado, la oficina del comisionado de derechos humanos de las Naciones Unidas deploró las “graves denuncias de uso excesivo de la fuerza” en Francia y el “uso desproporcionado de las llamadas armas no letales “.

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