Lo que se sabe de la nueva cepa del coronavirus detectada en el Reino Unido

El primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, anunció que Londres y el sureste de Inglaterra volvieron al confinamiento a partir del domingo para intentar contener el avance de los contagios de coronavirus atribuibles a una nueva cepa del virus causante del COVID-19.

“Sé cuánta emoción pone la gente en esta época del año (…) sé cuán decepcionante será esto”, dijo Johnson en una conferencia de prensa.

“No tengo otra alternativa. No podemos seguir con la Navidad tal y como lo teníamos planeado. Estamos sacrificando la oportunidad de ver a nuestros seres queridos esta Navidad, pero tendremos una mejor oportunidad de proteger sus vidas para poder verlos en las próximas festividades”, agregó la autoridad.

Esta determinación implica que más de 20 millones de personas están confinadas en el Reino Unido y no podrán salir de sus domicilios sin una autorización. Asimismo, se cerrarán los servicios no esenciales y se favorecerá el teletrabajo para evitar aumentos de movilidad.

En relación a las cifras, las autoridades sanitarias del Reino Unido hablan de más de 27 mil casos y 534 fallecidos según el último registro del domingo 20 de diciembre.

“Las medidas, en general, encuentro que han sido resistidas por el comercio. La gente sale harto a la calle, aunque hay mayor distancia social. Pero no han dejado de salir a la calle. Y el uso de mascarilla no es obligatoria, aunque siento que después del anuncio de la nueva cepa, hay mas gente con mascarilla”, comenta a EL DÍNAMO, el chileno Vladimir Rosas, quien se encuentra en Inglaterra haciendo un doctorado en la Universidad de Warwick.

La nueva cepa que amenaza al mundo

La nueva cepa del coronavirus detectada en el Reino Unido – denominada N5017- ha generado alarma en todo el planeta. La velocidad con que se propagó esta nueva variante del SARS-CoV-2 en el sur de Inglaterra ha obligado a los investigadores a trabajar contrarreloj para tratar de descifrar la mutación y determinar cuál es su verdadero impacto.

“Lo que preocupa a la comunidad científica es que esta cepa tiene mayor capacidad de trasmitirse. Es decir, la capacidad del agente para propagarse de un huésped a otro causando una infección o enfermedad parece ser entre un 40% y un 70% más transmisible”, indica a EL DÍNAMO Paulina Martínez, epidemióloga y doctora en Salud Pública de la Facultad de Ciencias Médicas de la Usach.

Si bien la nueva cepa se transmite a mayor velocidad, lo cual aumenta la tasa de contagios, no hay información suficiente para sostener que las infecciones sean más graves o más mortales, apunta Martínez.

“Esta cepa no es de mayor virulencia, es decir, no genera cuadros de mayor gravedad; sin embargo, genera mayor cantidad de infectados, lo que podría acarrear mayor cantidad de enfermos y con ello un incremento de las hospitalizaciones en Londres”, agrega la epidemióloga.

Según indica la BBC, esta nueva cepa se detectó por primera vez en septiembre. En noviembre, alrededor de una cuarta parte de los casos en Londres eran de esta nueva variante y ya en el mes de diciembre representaba casi dos tercios de los casos.

¿Qué pasará con las vacunas?

Las mutaciones de los virus son habituales. El punto a tener en cuenta es cómo muta y si lo hace en forma en que pueda complicar la efectividad de las vacunas.

Sin embargo, en este caso, frente a determinadas variantes del coronavirus, las vacunas más avanzadas no deberían tener inconvenientes y funcionarían con la misma efectividad.

“Afortunadamente, las vacunas han sido probadas con muchas variantes del virus en circulación, por lo tanto, podríamos pensar que las vacunas aún funcionarán contra esta nueva cepa, aunque obviamente eso se debiese comprobar”, explica Paulina Martínez.

“La mayoría de las vacunas contra el coronavirus apuntan a la proteína conocida como espícula viral, que el virus usa para adherirse a las células humanas. Al inocular las vacunas el cuerpo reconoce esta proteína de espícula, espiga o punta y envía señales al sistema inmunológico para que la pueda detectar. Sin embargo, si esta proteína muta, el cuerpo podría no reconocer el virus y las vacunas podrían resultar ineficaces”, explica la profesional.

¿Hasta dónde se ha extendido la nueva cepa?

Según las últimas informaciones, se cree que la variante surgió en un paciente de Reino Unido o se importó de un país con menor capacidad para controlar las mutaciones del coronavirus.

Junto a ello, el Gobierno de Australia informó el lunes que detectó dos casos de la nueva cepa de rápida propagación del coronavirus identificada en Reino Unido.

El Ministerio de Salud de Italia, por su parte, confirmó el domingo la detección de un caso de la nueva cepa del coronavirus en un paciente que llegó del Reino Unido a través del Aeropuerto de Fiumicino, en Roma.

“El Departamento Científico del Policlínico Militar Celio, que en esta emergencia colabora con el Instituto Superior de la Sanidad, ha secuenciado el genoma del virus Sars-CoV-2 de un sujeto que dio positivo con la variante encontrada en las últimas semanas en Reino Unido”, explicó el ministerio italiano a través de un comunicado de prensa.

La nueva variante también ha sido identificada en Dinamarca, Holanda y Sudáfrica y dada su gran capacidad de contagio es probable que surjan casos en otros países.

Asimismo, la nueva cepa ha llevado a países europeos como Países Bajos, Francia, Alemania, Rusia, Italia, Irlanda, Suecia, Bélgica y otros como como Chile, Colombia, Argentina, Hong Kong e Irán, a cerrar las puertas a los viajeros procedentes de ese país.

El ministro de Salud británico, Matt Hancock, reconoció que esta nueva cepa está “fuera de control” y por eso el Gobierno ha debido actuar “rápidamente y con decisión”.

“Es una enfermedad mortal y debemos controlarla, lo cual es más difícil con esta nueva variante”, afirmó Hancock en una entrevista con la cadena británica Sky News.

“Todo el mundo debe comportarse como si tuvieran el virus. Esa es la única forma de poder recuperar el control”, agregó.

Actualmente, el Reino Unido registra 2.046.161 contagios de coronavirus y 67.503 víctimas fatales. A nivel global, más de 77 millones se han contagiado y 1.698.768 perdieron la vida.