Representante de Guaidó por muerte de Salvador Franco en cárcel de Venezuela: “Maduro es profundamente racista y anti-indígena”
"Su muerte se suma a los crímenes de lesa humanidad que Maduro lleva perpetuando hace años en Venezuela", dijo el representante de Juan Guaidó en Chile.
Salvador Franco, un preso político indígena venezolano, murió este fin de semana por falta de atención médica en una cárcel del régimen de Nicolás Maduro, según denunciaron opositores a la dictadura chavista.
La organización no gubernamental Foro Penal informó el domingo el fallecimiento de Salvador Franco, de la etnia Pemón, quien estaba detenido desde 2019 por su presunta implicancia en el asalto a un cuartel militar en el sur del país.
Los problemas de salud de Salvador Franco estaban documentados. Padecía de anemia, desnutrición y tenía síntomas de coronavirus.
“Salvador Franco es un mártir de la democracia venezolana. El régimen de Nicolás Maduro es profundamente racista y anti-indígena. Lamentablemente la etnia Pemón ha sido víctima constante de los abusos por parte del régimen y ha sido víctima de la crisis humanitaria que afecta actualmente al país”, señala a EL DÍNAMO, Carlos Millán, representante diplomático de Juan Guaidó en Chile.
“La muerte de Salvador Franco es parte de un ecocidio por parte del régimen de Maduro. Él es el único responsable. Salvador Franco era un preso político, él nunca debió haber estado privado de libertad y, lamentablemente, su muerte se suma a los crímenes de lesa humanidad que Maduro lleva perpetuando hace años en Venezuela”, agrega Millán.
La detención que terminó con su muerte
“Fue como a las 8.00 de la mañana cuando falleció Salvador Franco en la enfermería del Internado Judicial El Rodeo. Fueron sus familiares quienes nos informaron”, dijo el coordinador nacional de Pueblos Indígenas del Foro Penal, Olnar Ortiz, cuando se enteró de la trágica noticia.
Agregó que los problemas de salud de Franco estaban documentados y que un juez había ordenado a finales de noviembre pasado que fuera trasladado a un hospital para que su salud fuera atendida, algo que finalmente no ocurrió.
En un informe médico de la prisión, a Franco se le diagnosticó anemia y bajo conteo de plaquetas, dos dolencias que Ortiz atribuyó a una posible “desnutrición”.
Ortiz dijo que además, Franco presentaba síntomas de coronavirus y sufrió durante meses de enfermedades gastrointestinales relacionadas con la insalubridad del recinto penitenciario. “En los últimos meses perdió bastante peso”, agregó en sus redes sociales.
Franco fue detenido en diciembre de 2019. En enero de 2020 el fiscal general de Venezuela, Tarek Saab, indicó que los asaltantes tenían “131 fusiles, 9 cañones, 5 lanzagranadas, 5 escopetas, 2 ametralladores, 209 granadas, 99 bayonetas y miles de cartuchos con municiones para todas estas armas”.
Por el asalto fueron imputadas 18 personas, 13 integrantes de etnia Pemón y 5 militares.
En las últimas semanas, el Foro Penal y varios líderes indígenas habían iniciado una campaña para exigir la atención médica de Franco, en vista del notable deterioro de su salud.
“Quiero denunciar el grave estado de salud de mi hermano Salvador Franco. Él se encuentra muy enfermo hace 4 meses. Hemos hecho denuncias internacionales, por lo que tememos por su vida. Se cumplió un año de su detención y está tosiendo sangre, por lo que pedimos a todos los organismos de Derechos Humanos para su traslado a un centro de atención médica”, pedía su hermana Lizeth Franco, el mes pasado por redes sociales.
#22Dic URGENTE. Grave estado de salud de #PresoPolítico indígena pemón en Rodeo II pic.twitter.com/KMgBdUQQQw
— Alfredo Romero (@alfredoromero) December 22, 2020
OEA condena la muerte del preso político
“Condenamos la muerte por tortura del preso político venezolano de la etnia Pemón Salvador Franco. Otro crimen de la dictadura en Venezuela. Nuestras condolencias a su familia y allegados”, escribió el secretario general de la OEA, Luis Almagro, en su cuenta de Twitter.
“Esto es un asesinato de la dictadura. Es un patrón de este régimen la persecución, el secuestro, la tortura y hasta el asesinato político y por eso están señalados como criminales de lesa humanidad e investigados por la justicia internacional”, afirmó Juan Guaidó, presidente encargado de Venezuela reconocido por más de 50 países del mundo.
“Esto es un asesinato de la dictadura”, agregó Guaidó a través de sus redes sociales.
El líder opositor venezolano, Leopoldo López también lamentó la muerte de Salvador Franco y expresó: “A Salvador le negaron el derecho a la salud; a pesar de tener una orden del tribunal le negaron el traslado a un hospital. Maduro y sus cuerpos represores siguen sumando delitos a sus expedientes criminales; hoy Salvador Franco murió bajo su tutela. Cada muerte, tortura, preso político, cada violación de derecho recibirá justicia”.
Las cárceles en Venezuela
“La situación de las cárceles venezolanas es deplorable, no solo por las condiciones en cuanto a salubridad y hacinamiento, sino también por las condiciones jurídicas en las cuales están los reclusos. Muchos de ellos no han tenido audiencias por años y están a la espera para que sean liberados o se les dicte sentencia”, indica a EL DÍNAMO Carlos Millán.
Molly De La Sotta es hermana del capitán de navío Luis De La Sotta, de 48 años, quien fue detenido el 18 de mayo de 2018 en Venezuela y que desde entonces ha sido torturado en la Dirección de Contrainteligencia Militar (DGCIM).
Acusado de “Traición a la Patria” por denunciar que el vicealmirante Edward Ojeda Sojo utilizaba vehículos de la unidad para fines personales, Luis De La Sotta lleva 31 meses privado de libertad en un sótano infrahumano, torturado y con enfermedades de base, que evidentemente no han sido tratadas.
Su salud se encuentra muy deteriorada, ya que padece hipertensión, problemas cardíacos e incluso se contagió de COVID-19. “No ha tenido atención médica, aún tiene secuelas del coronavirus que padeció en julio 2020. Actualmente siente mareos y un malestar estomacal crónico”, agrega la politóloga Molly de la Sotta.
En Venezuela existen 354 presos políticos que están encarcelados “sólo por pensar distintos”, denunció Carlos Millán en conversación con EL DÍNAMO.