Cuatro pasajeros además del periodista detenido bajaron del avión forzado a aterrizar en Bielorrusia
En Minsk abandonaron el avión cinco de los 117 pasajeros y no volvieron a subir para finalizar la ruta hasta su destino final en Vilna.
Otros cuatro pasajeros además del periodista disidente detenido abandonaron el vuelo operado por Ryanair cuando fue forzado a aterrizar en Bielorrusia por orden de las autoridades, un incidente que la Unión Europea califica de “inaceptable e ilegal” por haber puesto en riesgo la seguridad de los pasajeros, en su mayoría europeos.
El avión envió una veintena de avisos de retraso en el despegue durante las más de siete horas que permaneció en Minsk, mensajes en los que informaba de que “no estaba preparado o autorizado a despegar”, según un informe de Eurocontrol al que ha tenido acceso Europa Press.
Durante la escala obligada en Minsk abandonaron el avión cinco de los 117 pasajeros y no volvieron a subir para finalizar la ruta hasta Vilna, de acuerdo al mismo documento, que no precisa las condiciones en que desembarcaron.
Hasta el momento ha trascendido que en el avión viajaban y han sido arrestados el periodista disidente Roman Protasevich y su pareja, Sofia Sapega, pero no se ha informado de más detenciones.
La compañía Ryanair denunció que durante el incidente en Minsk hubo agentes armados que retuvieron a pasajeros y tripulación mientras eran registrados sus equipajes, un episodio que el director ejecutivo de la aerolínea, Michael O’Leary, ha descrito como “aterrador”.
O’Leary además indicó que cree que “algunos agentes del KGB se bajaron también (del avión) en el aeropuerto”.
La Unión Europea considera tan grave el incidente que incluso el Alto Representante de Política Exterior de la Unión Europea, Jospe Borrell, ha descrito como un “acto de piratería ejercido por un Estado” en una entrevista a la radio Onda Cero.