Inglaterra constató su récord de contagios de COVID-19 el día de Navidad
Ante esta situación, el Gobierno de Boris Johnson impulsó la vuelta del teletrabajo y la obligatoriedad del certificado de vacunación para acceder a ciertas instalaciones.
El Ministerio de Salud de Reino Unido informó este lunes de que Inglaterra constató su récord de contagios de COVID-19 el día de Navidad, un total de 113.628, después de dos días sin actualizar los datos de la pandemia y en el marco de un significativo recrudecimiento de la situación en el país europeo.
Asimismo, según los datos actualizados este lunes, Inglaterra confirmó 103.558 casos el domingo, mientras que durante esta jornada se han contabilizado 98.515.
Las autoridades sanitarias de Escocia, Gales e Irlanda del Norte no han proporcionado datos de contagios de los días en cuestión, a excepción de Gales, que contabilizó 5.335 nuevos casos el domingo.
Así, el cómputo global de contagios desde que comenzó la pandemia en Reino Unido ha ascendido hasta los 12.209.991, mientras que un total de 148.003 personas han fallecido a causa de la enfermedad, 143 más que en el balance anterior.
Mientras, no está previsto que el Gobierno británico anuncie nuevas restricciones este lunes, según ha podido confirmar la BBC, que informa no obstante de que el primer ministro, Boris Johnson, recibe una actualización de los datos de la pandemia durante la tarde, después de dos días sin que el Ministerio de Salud haya publicado balance sobre la situación.
Por su parte, las autoridades de Escocia e Irlanda del Norte han endurecido las restricciones impuestas en el marco de la pandemia de COVID-19. Desde este lunes, el servicio en barra en bares y restaurantes se ha prohibido y se ha reintroducido la obligatoriedad de guardar la distancia física en múltiples instalaciones. Asimismo, las autoridades han cerrado las discotecas en ambas regiones, así como en Gales.
El Gobierno de Reino Unido se ha visto obligado a reimponer ciertas restricciones ante el incremento de contagios y las preocupaciones que plantea la variante ómicron del SARS-CoV-2. Impuso la vuelta del teletrabajo o la obligatoriedad del certificado de vacunación para acceder a ciertas instalaciones, medidas previstas en lo que la Administración de Johnson llama su ‘Plan B’, que presentó en septiembre por si la situación empeoraba.
El Ejecutivo de Johnson ha fiado el desarrollo de la situación de la pandemia en el país europeo al plan de vacunación contra la COVID-19. Hasta este lunes, el 82,2 por ciento de la población británica cuenta con el esquema completo de inmunización, mientras que el 56,5 por ciento ya se ha puesto la tercera dosis.